Juan Boronat SJ es un joven vallisoletano nacido en 1988. En lo profesional, es ingeniero de caminos por la Universidad de Burgos. A la Compañía de Jesús entró en 2013.
Entre San Sebastián, Salamanca, Madrid, Extremadura y Valencia
Después del noviciado en San Sebastián, Juan hizo su etapa de filosofía entre Salamanca y Madrid donde hizo el master de profesorado en la Universidad Pontificia de Comillas. En lo que respecta al magisterio, tuvo una primera experiencia en el Colegio San José de Villafranca de los Barros, dedicándose a labores docentes, pastorales y de acompañamiento en la residencia de estudiantes.
Después de este tiempo por Extremadura pasó a Valencia, lugar en el que estuvo un año trabajando en el Centro Arrupe, allí estuvo vinculado a las obras del sector social. Desde 2020 está destinado en el teologado de Ventilla de Madrid donde estudia el Bachiller en Teología.
"Ser jesuita es estar con Jesús" cuenta Juan.
Para Juan, ser jesuita es estar con Jesús "enamorado de él siguiéndole siempre de forma que pueda vivir una vida con él y como él" reconoce este jesuita vallisoletano. Dice que cada vez que alguna persona le hace la pregunta lo que significa la vocación jesuita para él "siempre sobresale muy por encima de todo la misma palabra, la misma persona: Jesús".
"Para mí la vocación de jesuita es un medio"
Personalmente, Juan considera que la vocación de jesuita es un medio "el mejor camino que he encontrado y que Dios ha querido mí para poder estar con Jesús". Añade que es un deseo "nace del mismo Jesús, de mi experiencia de encuentro con Él a lo largo de mi vida".
Un camino de preparación alegre
Reconoce que en este momento previo a la ordenación lo vive con algo de nervios "han sido muchos meses de preparación a lo largo del Tiempo Arrupe, que es como se llama al tiempo de formación específica para ser sacerdote jesuita", lo que para él ha sido un camino de alegría.
Es el final de un proceso que abre un nuevo camino.
En estos meses, se sincera "he pasado por varias fases: desde los nervios a la ilusión, a veces también con algo de distracción". Pero en el fondo, cuenta "es el final de un proceso que abre un nuevo camino de cara al ministerio".
Un momento de especial comunión
¿Qué significa la ordenación para Juan? "Es la respuesta formal a la llamada, a la vocación recibida y respondida a lo largo todos los años que ya llevo como jesuita" nos responde. Fundamentalmente, añade "significa un momento de especial comunión y de sentir en la Iglesia Universal". Para este jesuita, la parte que más destaca es la más eclesial, la de comunidad "ser diácono significa ser servidor, por lo que mi vida pasará a estar especialmente marcada por esto para siempre".
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