DIA DE LOS MUERTOS 2025 mission community altar exhibit

This room holds the faces of loved ones who came before, each remembered by someone who still speaks their name. We invited members of our community to share photographs of their departed loved ones, weaving a collective altar of memory. These images are more than portraits; they are echoes of laughter, fragments of stories, vessels of grief and grace. In this quiet space, we honor lives once lived and the love that endures.

Esta sala guarda los rostros de los seres queridos que nos precedieron, cada uno recordado por alguien que aún pronuncia su nombre. Invitamos a miembros de nuestra comunidad a compartir fotografías de sus seres queridos fallecidos, tejiendo un altar colectivo de memoria. Estas imágenes son más que retratos; son ecos de risas, fragmentos de historias, recipientes de duelo y de gracia. En este espacio silencioso, honramos vidas que ya fueron y el amor que perdura.

PEDRO LINARES LÓPEZ

Pedro Linares López was born in 1906 in Mexico City. He worked as a cartonero, an artist who makes figures out of papier-mâché, a craft known in Mexico as cartonería. This traditional art form is used to create masks, piñatas, and skeletons for Día de los Muertos. But Pedro Linares is best known today as the inventor of a truly magical creature: the alebrije.

At 30 years old, Pedro fell seriously ill. While unconscious with a high fever, he had a vivid dream of a strange world filled with wild, colorful animals. The brightly-colored animals were combinations of many different creatures: a lion with eagle wings, a donkey with butterfly wings, a snake with a rooster’s head. As they danced around him, they repeated a word over and over: “alebrijes… alebrijes…”

When Pedro woke up and recovered from his illness, he wanted to share alebrijes with the world. Using his knowledge of cartonería, he began to build them out of paper, glue, and wire, and painted them in the same vivid colors he saw in his dream. These became the very first alebrijes.

Pedro’s creations were unlike anything people had seen before. His work soon caught the attention of well-known Mexican artists like Diego Rivera and Frida Kahlo, who loved how Pedro's alebrijes reflected the dream-like style of surrealist art. They commissioned pieces from him to display in their homes.

As word spread, Pedro began to show his work in the United States and Europe. His alebrijes became a symbol of Mexican creativity and tradition, blending old crafting techniques with new ideas born from imagination and dreams. He continued making alebrijes until the day before he passed away in 1992, at the age of 86. His sons, Felipe and Leonardo Linares, proudly carry on his work, preserving their father's legacy while creating new alebrijes that delight people around the world.

Pedro Linares López nació en 1906 en la Ciudad de México. Trabajó como cartonero, un artista que crea figuras de papel maché, una artesanía conocida en México como cartonería. Este arte tradicional se utiliza para crear máscaras, piñatas y esqueletos para el Día de Muertos. Pero Pedro Linares es más conocido hoy en día como el inventor de una criatura verdaderamente mágica: el alebrije.

Cuando Pedro tenía 30 años, se enfermó gravemente. Mientras estaba inconsciente con fiebre alta, tuvo un sueño vívido. En este sueño, se encontró en un mundo extraño lleno de animales salvajes y coloridos. Los animales de brillantes colores eran combinaciones de muchas criaturas diferentes: un león con alas de águila, un burro con alas de mariposa, una serpiente con cabeza de gallo. Mientras danzaban a su alrededor, repetían una palabra una y otra vez: "alebrijes... alebrijes...".

Cuando Pedro despertó y se recuperó de su enfermedad, quiso compartir lo que vio en su sueño con el mundo. Usando sus conocimientos de cartonería, comenzó a construir estas criaturas con papel, pegamento y alambre, y los pintó con los mismos colores vivos. Estos se convirtieron en los primeros alebrijes.

Las creaciones de Pedro eran diferentes a todo lo que la gente había visto antes. Su trabajo pronto llamó la atención de reconocidos artistas mexicanos como Diego Rivera y Frida Kahlo, quienes admiraban cómo los alebrijes de Pedro reflejaban el estilo onírico del arte surrealista. Tanto fue la admiración y aprecio que Diego Rivera y Frida Kahlo le tenían a estos alebrijes que le encargaron a Pedro algunas piezas para exhibir en sus hogares.

Conforme se corrió la voz, Pedro comenzó a exhibir sus obras en Estados Unidos y Europa. Sus alebrijes se convirtieron en un símbolo de la creatividad y la tradición mexicana, fusionando antiguas técnicas artesanales con nuevas ideas surgidas de la imaginación y los sueños. Continuó haciendo alebrijes hasta el día antes de su fallecimiento en 1992, a la edad de 86 años. Sus hijos, Felipe y Leonardo Linares, continúan con orgullo su obra, preservando el legado de su padre mientras crean nuevos alebrijes que deleitan a personas de todo el mundo.