DEPORTE Y SALUD EN LA UNIVERSIDAD: UN BINOMIO TRANSFORMADOR Instalaciones y programas de vanguardia para promover la salud a través del deporte.

Una de las realidades que llaman la atención del campus de la Universidad Francisco de Vitoria son sus espacios e instalaciones de vanguardia dedicados a la formación específica y la práctica del deporte en la vida universitaria. Así, cuenta con un Centro Deportivo premio de arquitectura, con piscina, gimnasio con zonas de fuerza y de cardio, una pista polideportiva cubierta inmensa, y la Clínica de Fisioterapia. Por otro lado, se están ultimando las obras del anillo polideportivo que tiene campos de fútbol, rugby, futbito, tenis, pádel o pista de atletismo. Pero todo va todavía más allá: una apuesta por una universidad saludable incluye la actividad física respaldada desde la ciencia universitaria. De ese modo, las instalaciones deportivas no sólo fomentan el deporte universitario, sino que son los espacios ideales para que alumnos de la Facultad de Ciencias de la Salud (CAFyD, Nutrición, Enfermería, Fisioterapia y, a partir de septiembre de 2024, Terapia Ocupacional) desarrollen en la práctica sus conocimientos.

La American College of Sports Medicine (ACSM) ha concedido el prestigioso premio GOLD CAMPUS 2024 a la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) en reconocimiento a su labor en la promoción de la práctica de la actividad física y el ejercicio en el campus con programa de Universidades Saludables. ¿Cómo afronta la UFV el binomio deporte–salud?

Nuria Mendoza es la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UFV, además de directora del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFyD) y Premio Nacional a las Artes y las Ciencias Aplicadas al Deporte. Ha comenzado, junto con el Servicio de Seguridad, Salud y Bienestar, el programa Universidades Saludables. Su objetivo no es el alto rendimiento, sino la salud: que las personas de cualquier edad encuentren su forma deportiva, nutricional y psicológica, y que vean los grandes cambios que se producen con muy poco, y formar alrededor de todo ello.

Cambiar no exige mucho esfuerzo. "Hay muchos mitos sobre el deporte. Está demostrado que, teniendo como objetivo la salud, dos días a la semana de 40 minutos en el gimnasio y un día de aeróbico –pasear con una intensidad moderada, es decir, teniendo que hablar de forma entrecortada por el esfuerzo– es suficiente para mejorar tu condición física y encontrarte mucho mejor. En dos o tres semanas se nota", asegura la decana.

Los problemas que nos afectan varían con la edad. Entre los profesionales hay algo común: el sedentarismo.

Y es que pasamos cientos de horas ante el ordenador y en reuniones sin hacer ejercicio. Pero nuestro cuerpo está diseñado para moverse"

"Si no lo hacemos te provoca problemas de corazón, respiratorios, de movilidad y, sobre todo de masa muscular, que con la edad se va reduciendo. Si no tengo fuerza en mis músculos disminuirán mucho en un futuro mis actividades de la vida diaria. Con poco que se haga se mejora: si subes escaleras en vez de ascensor, si bajas una parada de autobús antes o haces las compras en el supermercado: muchas actividades ordinarias trabajan la fuerza. El problema es la adherencia: hay que agendarlo, obligarse, como comer y beber".

Además, resulta clave la nutrición. En la Facultad de Ciencias de la Salud, dice Nuria, "ofertamos que se estudie CAFyD y Nutrición Semipresencial. Lo hacen muchos alumnos porque es complementario. La clave está en el equilibrio".

La promoción del deporte en la UFV está, además, dando sus frutos. Se ha prestado una especial atención al personal que trabaja en el campus, pues por edad y por el tipo de tareas que se desarrollan, a menudo se han ido alejando del estándar de ejercicio que más le convendría. Se trata de un objetivo coordinado.

Desde la Facultad de Ciencias de la Salud de la UFV, en colaboración con el Servicio de Seguridad, Salud y Bienestar de la UFV trabajan en un programa de ejercicio físico desde hace dos años en el que participan 120 personas, entre decanos y directores de la universidad. "Les hacemos unos test de fuerza manual, de grasa abdominal, de masa muscular. Los que han sido constantes ven una diferencia impresionante. Se facilita hacer actividades en comunidad, de modo que vienen en grupo, se animan, y se renueva el ambiente", asegura la decana.

Queremos que la sociedad y la comunidad UFV vean la prevención desde la cultura del cuidado.

Mónica Samper, directora del Servicio de Seguridad, Salud y Bienestar de la UFV asegura que lo que más le interesa es promover un cambio de cultura: "Ofrecemos reconocimientos médicos, hacemos campañas de salud, mandamos entrenadores a las praderas de los administrativos, cambiamos la silla y facilitamos un balón para que se ejerciten, etc.", asegura Samper.

Lo que pretende el departamento que dirige Mónica es "fomentar una cultura del cuidado". Para que no quede solo en palabras, "empezamos una mesa de trabajo con expertos de Medicina, CAFYD, Nutrición con el objetivo de pensar cómo mejorar la vida de los trabajadores. Diseñamos campañas para los alumnos y para los trabajadores".

El cuidado se extiende desde los menús de las cafeterías o de las máquinas de vending hasta un compromiso respecto del tabaco. Así, cuenta Mónica, la UFV cuenta con un programa de cesación tabáquica para el personal con el que se ofrece ayuda para ir a un médico externo. "El 100% de los que se han apuntado han conseguido dejarlo", asegura. Además, la UFV ha aplicado diferentes medidas dentro de programa Campus sin Humo. Esta medida busca garantizar un ambiente saludable para todos y promover el respeto y la convivencia dentro de la universidad. De hecho, recientemente la Universidad Francisco de Vitoria se ha unido al Manifiesto de la Alianza del Movimiento Sin Tabaco de la Asociación Española Contra el Cáncer, cuyo objetivo es conseguir la Primera Generación de Jóvenes Europeos Libres de Tabaco en el año 2030.

Hacemos revisiones al coche, pero al cuerpo, vehículo del alma, apenas le hacemos caso.

Guillermo Álvarez, antiguo alumno de CAFyD en la UFV y director del Centro Deportivo UFV y Dorleta Ayerra. El Centro Deportivo es un edificio de referencia en la UFV: el deslumbrante rectángulo blanco de Alberto Campo Baeza destaca en el paisaje del campus. En él se encuentran una cafetería con vocación saludable además de aulas y despachos para los Grados en CAFYD, Fisioterapia y el Ciclo Formativo de Grado Superior (CFGS) en Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TSEAS) de CETYS.

Guillermo Álvarez asegura que "desde la UFV se ha apostado siempre por el deporte. Ahora se está terminando la preparación de un anillo polideportivo. El Centro Deportivo es aula y también hace participe a la comunidad universitaria del deporte y de sus valores".

¿Y cómo se distribuyen esas actividades? Dorleta Ayerra explica que "la sala fitness se usa más en el perfil más joven, el alumno. Las clases colectivas las usa fundamentalmente el personal, en especial el colectivo femenino. En el agua hemos encontrado el punto fuerte para los bebes, las madres, colegios que traen aquí a sus niños y personas que viven por la zona".

¿Qué es lo que aporta el deporte a la universidad? ¿Será real el dicho de mens sana in corpore sano? Guillermo señala que "el Centro Deportivo de la UFV tiene un horario amplísimo además de los sábados y domingos. Nuestras instalaciones y máquinas de gimnasio son premium. Horario y maquinaria de primera: el alumno no suele querer mucho más. En las actividades nos dirigimos más al PAS y profesores".

Acogemos, hacemos didáctica para convencer de la bondad del deporte para la salud mental y física, para poder cuidar de los hijos o nietos. Y la oferta de clases colectivas están pensadas para ellos y se dan en sus horarios"

Parte del ‘momento dulce’ lo ha provocado el auge del deporte entre el público femenino. Dorleta señala que "muchas mujeres se han apuntado a entrenar fuerza. La cultura del fitness en mujeres tiene un crecimiento explosivo. Además, hay mucha divulgación en redes haciendo altavoz de que el deporte es fundamental para la mujer". Y es importante, explica Guillermo, porque "las chicas dejan de hacer deporte en la adolescencia. El ratio de abandono deportivo en esa edad es brutal. En la universidad muchas recuperan. De hecho, tenemos equipos femeninos en todas las disciplinas universitarias. Y en el gimnasio la distribución es 50/50".

Queremos que cada uno tome las riendas de su vida, que entrenen por las virtudes que tiene el deporte y por el retorno que les va a generar"

Lo ratifica Dorleta al referirse a las actividades de artes marciales que comenzarán en septiembre de 2024: "aporta paciencia, sacrificio, respeto. Estoy asombrada de cómo se saludan, cómo después de un cuerpo a cuerpo se dan las gracias, se genera nobleza, es una escuela de vida".

Queremos que los deportistas entiendan que su mejor medalla son ellos mismos.

A veces el deporte se hace más exigente, hasta llegar a la profesionalización. De eso sabe Kyko Jorreto, profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD) en la UFV. Él mismo fue gimnasta y ha formado parte de la selección nacional compitiendo en europeos y mundiales. Su carrera deportiva se truncó por una grave lesión que le rompió siete vertebras con diecisiete años. El esfuerzo que tuvo que realizar por reinsertarse en la vida de la gente “normal” le condujo a reflexionar sobre la necesidad de orientación a los deportistas de alto rendimiento. De ahí nació el Programa UFV Deporte.

Ahora mismo hay 73 alumnos en el Programa, estudiando 32 grados y realizando 26 modalidades deportivas distintas: jinetes, patinadores, futbolistas, baloncesto, jockey hierba, de todo.

El Programa de la UFV en el deporte pretende implantar la misión de la universidad a este nivel: acompañamiento educativo, atención personalizada"

Hacen un traje a medida para cada deportista, de una modalidad deportiva, para un Grado concreto. Preparan esa conciliación académico–deportiva para que ese circo de tres pistas (entrenar, competir, estudiar) pueda llevarse a cabo. El camino sigue siendo igual de duro para él y lo recorre él, pero no estará solo. "Por ejemplo, muchos están en competiciones para lograr la plaza en la Olimpiada de París".

El deporte de alto rendimiento no es un camino sencillo. Y es bueno ser realista y tener un Plan B. Considera Kyko Jorreto que "la hiper–profesionalización es muy a corto plazo. Y a menudo da la sensación de que el deportista es un producto. Pero, al hilo de lo que me pasó a mí con mi lesión, creo que el deporte se va dando cuenta de que trabaja con personas, de que el rendimiento no lo es todo. No hay que olvidar que el deporte es muy piramidal: detrás de Rafa Nadal hay cinco tenistas conocidos (Verdasco, Ferrero, etc.) que no son Nadal aunque sean grandes deportistas. Y más abajo hay otros cincuenta que nadie recuerda, y que eran excelentes. Queremos hacerles entender que en el camino también está la medalla, no solo en el resultado. Su mejor medalla es ellos mismos, decimos en UFV Deporte. Y es que viven los valores inherentes en el deporte: esfuerzo, sacrificio, entrega, superación. Y estos valores los van a extrapolar en su actividad profesional, en sus familias".

¿Y la salud mental de estos estudiantes deportistas, sometidos a tantas tensiones por el entrenamiento, el estudio y la competición? A Kyko Jorreto le parece que "el mundo del deporte tiene todavía muchos tabúes. Demostrar debilidad estando en el alto rendimiento parece que es contraproducente. Si quieres ser el mejor no debes ser débil. Es verdad que hay psicólogos deportivos, pero lo que buscan es mejorar en lo mental al deportista para que alcance el máximo rendimiento, no tanto atender a su vulnerabilidad. Nosotros, desde el acompañamiento educativo que promulga la UFV, nos centramos en la persona. Estamos convencidos de que si la persona se encuentra atendida lo otro llegará por su propio peso. Y si está llamada a este rendimiento, en cuanto esté orientada mental, física y espiritualmente, alcanzará su resultado".

Además de estos atletas, Kyko lleva la organización del Departamento de Deportes, donde las posibilidades son inmensas. "Quien quiera competir al nivel que sea, universitario por ejemplo, tiene un montón de modalidades posibles. También tenemos un grupo para hacer excursiones y actividades al aire libre, o escuelas para gente que no quiere competir, pero si mejorar (esgrima, natación, voleibol, tenis de mesa): cualquier cosa que un alumno quiera hacer. Hay unos 3.500 alumnos que nos siguen".

El dolor no es negativo, es una ocasión de superarse.

Nuestro recorrido por el deporte y la salud termina en Jorge Gutiérrez Hellín. En él se aúna todo lo que hemos estado hablando. Es profesor de Rendimiento deportivo, Fisiología y de Atletismo y profesor titular de la UFV.

También se ha dedicado a la competición de atletismo al más alto nivel y una de sus especialidades es la de ser atleta guía para corredores invidentes. Lo ha contado en la charla TEDxUFV.

Para Jorge en el atletismo se aprende a respetar al rival. "Sabes que esa persona ha hecho el mismo esfuerzo, ha entrenado igual de duro, ha logrado un buen estado de forma. Son deportes muy injustos: puedes haber luchado, renunciado a muchas cosas, merecerlo todo…, y no recibir absolutamente nada. Una lesión, dormir mal antes de la carrera, algo negativo a nivel psicológico, y se acabó. Por eso mismo cuando da fruto éste es muy dulce".

Su prueba eran los 400 metros vallas, una prueba tan dura que Jorge no duda en decir que el dolor es una de sus consecuencias inmediatas.

¿Por qué correr entonces, si nadie quiere sufrir? Y responde: "Hace poco escuché a un padre decir: ‘Yo no sabía cómo educar a un hijo, pero sí tenía claro que algunos deportes les educan’. Eso es el atletismo. Tiene un paralelismo con la vida y me ha servido para enfrentar cualquier reto. ¿Que alguien trata de hacerme daño? Yo ya me ofrezco todas las semanas varias veces a sentir dolor voluntariamente: ¡que intente dañarme! Ayuda también a la salud mental: ¿no es el puesto laboral otra competición? Pues a mí el atletismo me ha enseñado a competir sanamente: corredores o colegas de trabajo son mis rivales, pero sobre todo son mis compañeros. Y cada uno es bueno en una cosa, y entre todos formamos ese equipo".

Sobre su experiencia como atleta guía cuenta que empezó en 2019, cuando estaba estancado deportivamente: "el atletismo me llenaba, pero sabía que necesitaba cuidar la carrera profesional: siempre lo he compaginado. Estaba estancado en mis marcas y no podía dedicarme sólo a entrenar y dejar la tesis. Entonces un amigo del centro de alto rendimiento me contó que era guía de un velocista. Yo les veía entrenar y me parecía una maravilla verles correr de manera sincronizada. Me habló de un chico que estaba perdiendo la vista por una enfermedad y me decía que me iba a gustar la experiencia de guiarle. Era una puerta hacia sueños impresionantes, como las Olimpiadas, pero también tenía que estar preparado para vivir en el infierno, por las lesiones o por la dificultad de convivencia con una persona que, además de ceguera, tenía discapacidad intelectual y hacía a menudo difícil convivir con ella".

Ahora esa etapa ha quedado atrás. "Sigo echando una mano, pero una implicación tan seria como la de estos últimos cinco años tendría que estudiarla, porque es muy intenso y muy duro psicológicamente. Cuando lo he dejado me he dado cuenta de la carga que llevaba sobre los hombros. Cuando eres un deportista de este nivel vas a por todas, renunciando a muchas cosas por un sueño que quizá no sea posible alcanzar. Por otro lado, esa exigencia no es algo que se te imponga, sino voluntario, y hasta el dolor físico que produce es en realidad hermoso".

En la Universidad Francisco de Vitoria, el binomio deporte-salud se ha convertido en un pilar fundamental para la formación integral de su comunidad universitaria. A través de instalaciones de vanguardia, programas innovadores y una dedicación constante al bienestar físico y mental, la UFV está redefiniendo lo que significa ser una universidad saludable. Y por eso, cada miembro de la UFV trabaja para que el deporte sea una herramienta de transformación personal y colectiva.

Esta dedicación impulsa una auténtica revolución humana, donde cada actividad deportiva y de salud fomenta no solo el bienestar físico, sino también el crecimiento personal y la autorrealización. En cada rincón del campus, desde las pistas de atletismo hasta las aulas, se promueve una cultura de esfuerzo, superación y comunidad. Así, la Universidad Francisco de Vitoria no solo prepara a sus estudiantes para desafíos académicos y profesionales, sino que también les ofrece las herramientas necesarias para vivir una vida equilibrada y saludable.