A principios de noviembre, dos grupos de la formación intersectorial en Identidad y Misión comenzaron su recorrido de tres años en el Centro de Espiritualidad de Salamanca y en el Centro de Espiritualidad de Loyola. Este itinerario, de 6 módulos divididos en 3 años, está destinado a jesuitas y laicos/as con un recorrido en las instituciones o fundaciones de la Compañía de Jesús de, por lo menos, 5 años.
Hemos hablado, por un lado, con dos integrantes del Grupo Sur como Anabel Martínez, de SAFA Villacarrillo, y Ana Sanpedro, de la Escuela Virgen de Guadalupe de Badajoz (del grupo que acaba de empezar el itinerario formativo), además de recoger el testimonio general del Grupo del Norte; y, por otro lado, con Leonor, de la Comunidad de Nuestra Señora del Recuerdo de Plataforma Apostólica de Madrid, que lo acaba de terminar.
Ana: abrir la mirada para ver la obra completa
"Ha sido una oportunidad para crecer en muchos sentidos" cuenta Ana cuando le preguntamos qué saca de esta semana en Salamanca. Primero, detalla, en lo personal: "Es un regalo poder parar en nuestras ajetreadas rutinas, hacer silencio, revisar nuestras vidas y bucear en las emociones que nos mueven teniendo a Ignacio como referente y horizonte".
"Ha sido enriquecedor abrir la mirada a otras obras y compañeros que comparten misión con nosotros, estamos tan enfocados en nuestra parcela, en nuestra pequeña pieza de puzle, que no solemos ver la obra completa, que es diversa y buena" añade Ana.
Y por último, para Ana ha sido un espacio de convivencia "de encuentro con otros, de cuidado y de alegría que nos invita a agradecer y a continuar con ilusión esta formación, descubrir que estamos en camino con otros es esperanzador".
“No el mucho saber harta y satisface al anima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente” San Ignacio de Loyola.
Anabel: el sentido de pertenencia que nos transforma y reconcilia
"Dejando atrás nuestras encrucijadas personales y cargados de incertidumbre, llegamos a Salamanca" empieza contando Anabel. Añade que no tardaron en darse cuenta de que, a pesar de venir de distintos lugares, todos partían de la misma sitio realmente.
Reconoce Anabel que no eran conscientes de la necesidad de parar hasta que la han experimentado en esta semana con oraciones, examen ignaciano y momentos de silencio.
"No éramos conscientes de la necesidad de pertenencia hasta que hemos comprendido que compartimos una misma identidad" cuenta. Para ella fueron muy importantes los momentos de ejercicios prácticos: "Los momentos de risas, las conversaciones, los gestos, los abrazos espontáneos... todo nos iba llevando a buen puerto" explica.
Testimonio del nuevo grupo G4A - Norte
Nos comparten este testimonio desde el grupo G4A - Norte:
"El pasado domingo, desde diferentes obras de la Compañía, fuimos llegando a Azpeitia. Cada uno desde su visión y ánimo particular, nos dispusimos a descubrir la figura de Ignacio con profundidad e intensidad. De la mano de Cristóbal Jiménez SJ encontrando los cañonazos recibidos en nuestra vida y recorriendo el camino junto a Ignacio invitándonos a no vivir distraídos".
Nos dispusimos a descubrir la figura de Ignacio con profundidad e intensidad
El testimonio continúa: "En las jornadas sucesivas, con Neva Chico de Guzmán, seguimos buscando a Ignacio desde lo afectivo. De manera que, trabajando desde las emociones, consiguió rompernos por dentro para volver a construirnos. La estancia en la casa de Loyola ha sido un parón para removernos y aprovechado para volver a las fuentes, lo que nos deja conscientes de que nos queda trabajo por delante. Volvemos a nuestras obras agradecidos, con un ánimo renovado y ganas de continuar en el siguiente módulo".
"Este trabajo de las emociones consiguió rompernos por dentro para volver a construirnos"
Y finaliza sin olvidarse de Raúl Saiz SJ: "por su acompañamiento, sin duda ha sido parte del éxito de este primer módulo, haciéndonos sentir parte de algo mayor y consiguiendo formar un sentimiento de comunidad entre nosotros"
Leonor: cuidar a las personas y acompañar sus procesos
En este recorrido de identidad y misión se generan dinámicas personales y grupales que son acompañadas: "Hay movimiento personal hacia una mayor hondura, a la escucha del Señor y a seguirle y a responder" cuenta Leonor.
De la misma manera, hay movimiento de visión y misión de la obra en la que cada uno trabaja: "A salir de lo autorreferencial de las obras hacia un nosotros de mayor ayuda mutua, se despierta deseo de encargarse humildemente de la realidad en la plataforma propia local de misión y con la mirada puesta en otras plataformas de la Provincia".
Salir de lo autorreferencial de las obras hacia un nosotros de mayor ayuda mutua
La Plataforma Apostólica de Madrid es muy rica en instituciones y personas: "Creo que esta experiencia intersectorial de Provincia apunta a una doble llamada que es multiplicadora".
Por una parte, cuidar juntos la red de presencias de personas y obras en la misión de la familia ignaciana en esta gran ciudad: "Cuidar procesos y acompañar a personas con deseo de esta y otras formaciones, así como animar a dar pasos de colaboración en misión compartida y corresponsabilidad en comunión" explica Leo.
Y, por otra parte, darse como Plataforma más allá de nosotros: "Ayudar en lo intersectorial y en la colaboración con otros lugares de la provincia, cada uno con lo que pueda dar" cuenta.
Credits:
Creado con una imagen de Maximilian - "Hiker is standing on mountain peak watching the sunrise"