ACOMPAÑAMIENTO: ¿MODA O NECESIDAD CRECIENTE? Acompañamiento UFV en un mundo fragmentado.

El acompañamiento no es una moda educativa. Es una necesidad profunda en un tiempo de vínculos frágiles, soledad creciente y exigencias de rendimiento que olvidan a la persona. La UFV, consciente de esta realidad desde su fundación, ha construido un modelo educativo donde el acompañamiento es un estilo de relación vertebrador, no accesorio.

Sonia González, coordinadora del libro Acompañar y ser acompañado, lo expresa con claridad: "Acompañar a un alumno es, ante todo, una forma de ser y de estar en el mundo. Es compartir el camino sin imponer el rumbo". Desde hace más de 30 años, la UFV ha hecho del acompañamiento una seña de identidad. No se trata solo de apoyar al alumno en sus estudios, sino de reconocerlo como persona en proceso, con una historia, una vocación y una dignidad que deben ser acogidas.

Despertar, descubrir, decidir: el dinamismo del acompañamiento

El modelo de acompañamiento en la UFV no responde a modas pedagógicas, sino a una comprensión antropológica y espiritual de la persona. Se fundamenta en tres verbos clave: despertar, descubrir, decidir. Estos tres dinamismos son también la base del modelo educativo de la Universidad Francisco de Vitoria, 'Formar para transformar', que entiende la educación como un proceso integral que moviliza afecto, inteligencia y voluntad para provocar una transformación real en la persona. Como explica Sonia González, "no se trata de resolver problemas, sino de ofrecer presencia y mirada". El acompañante no guía desde un saber superior, sino que camina al lado del otro, ayudándole a formular preguntas y a encontrar su propio rumbo.

Un espacio seguro para crecer

Asistir a la universidad puede ser un salto al vacío. Para muchos jóvenes, supone atravesar una etapa de incertidumbre, decisiones por tomar y búsqueda de sentido. Candela Alonso, estudiante de segundo curso del doble grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual, lo vivió así. "Tener un mentor implica una mano a la que agarrarte cuando sientes que nadie alrededor entiende lo que estás pasando", confiesa. Para ella, la experiencia de las mentorías ha sido mucho más que cumplir con una asignatura: ha sido un proceso de descubrimiento interior, de reconocer y verbalizar quien soy.

Contar con alguien que, en lugar de darte instrucciones, te acompaña en tus propias decisiones, ha marcado la diferencia"

Esa persona ha sido Susana García Cardo, profesora y mentora en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), una de las más de 300 personas que participan en el programa de mentorías de la universidad para acompañar a sus estudiantes desde el inicio de su carrera. Estos mentores están formados para guiar a los alumnos en su desarrollo académico, personal y profesional, ofreciendo un acompañamiento que trasciende el aula. "Acompañarlos es hacerme yo misma cada pregunta que les hago", afirma. La relación que se establece entre mentor y alumno se basa en la confianza, la escucha y la libertad.

Es tan trascendental lo que sucede en la mentoría que no puedo dejar nada a la improvisación. Por mis alumnos, yo tengo que seguir formándome y reciclándome"

Un acompañamiento que transforma realidades

Esta propuesta se materializa en todos los ámbitos de la universidad y en programas incluidos en el curriculum de los grados para ofrecer a todos los alumnos espacios especialmente diseñados para descubrir su valor intrínseco y potenciar su crecimiento: desde primero con la asignatura Habilidades y Competencias de la Persona (HCP) hasta los programas internacionales, como UFV PLANET, donde Agustina Jutard y Angélica García acompañan a estudiantes en sus estancias en el extranjero, en este programa diseñado para aprovechar al máximo la experiencia de movilidad desarrollando la competencia intercultural. "Acompañar desde la experiencia vivida es clave", afirma Angélica García.

Queremos evitar que la movilidad sea un paréntesis. Todo lo contrario: que sea una experiencia de profundo aprendizaje y transformación positiva"

Agustina Jutard lo resume así: "Cuando acompaño en mentorías a mis alumnos descubro cuánto nos necesitamos unos a otros para vivir una vida con mayúsculas y ser quienes estamos llamados a ser. Cada alumno que acompaño me reta a vivir mi día a día abierta a los demás para descubrir la belleza única e irrepetible que se me regala en cada uno".

Un acompañamiento que transforma realidades de alumnos, profesores, mentores y personal.

En segundo, sin embargo, los alumnos estudian la asignatura de Responsabilidad Social que lleva asociado un programa de mentorías y prácticas sociales en entidades con las que colabora la UFV. Xavier Blavia y Desirée Fernández son ejemplo de ello: sus 50 horas de voluntariado, previstas en el plan de estudios, se convirtieron en experiencias vitales que redefinieron su mirada sobre la realidad. "Me he dado cuenta de que no necesitaba cambiar de continente para ayudar a los demás", reconoce Xavier. "Para mí han sido un punto de inflexión en mi vida", añade Desirée.

Discernir la vocación profesional y personal

En tercero y cuarto de carrera, el acompañamiento reglado también forma parte de programas como "Protagoniza tu Futuro" con talleres y mentorías que proponen a los alumnos experiencias que les ayudan a discernir sobre la dimensión profesional de su vocación y tomar decisiones importantes sobre su futuro después de la carrera.

En este programa, el acompañamiento se convierte en una herramienta clave para guiar a los alumnos en el inicio de su carrera profesional. Cecilia Domínguez, consultora de Carreras Profesionales y mentora de formadores en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, explica: "Desde la mentoría individual es un espacio donde aprender, compartir, encontrarte con la realidad de un joven que tiene anhelos, sueños, inquietudes… Desde el aula, es una oportunidad muy valiosa para contribuir a la orientación profesional, escuchando al grupo y dotando de herramientas, metodologías y espacios de encuentro con la realidad profesional para prepararlos mejor en el acceso al mercado laboral".

"En Protagoniza tu Futuro lo que pretendemos es ayudar a los alumnos y acompañarlos en el inicio de su carrera profesional y que sean los protagonistas de su futuro en general y del profesional en particular", añade.

Queremos contribuir a que integren su proyecto profesional con su proyecto de vida, que sepan identificar todo lo que ya tienen, cómo hacerlo brillar y contarlo al mercado profesional para destacar. También buscamos que sean capaces de tomar sus propias decisiones según quiénes son y con quién están llamados a ser".

Compromiso social desde el aula y fuera de ella

La cultura de acompañamiento, entendida como cultura de encuentro, se desarrolla y potencia especialmente desde el Instituto de Acompañamiento, dirigido por Maleny Medina. "Es transformadora porque trata a la persona en su totalidad, no desde perspectivas reduccionistas", afirma. Felipe Rodrigo, director adjunto del Instituto, añade: "Cuando el acompañamiento se asume como un principio vertebrador, tiene la capacidad de generar una cultura diferente".

Una revolución silenciosa

Para Ángel Barahona, director del primer Máster Oficial en Acompañamiento Integral en España, impulsado por la UFV, vivimos una revolución callada. "El bienestar humano está directamente vinculado con la calidad de las relaciones humanas y la gestión de la soledad", señala. El máster responde a esa necesidad urgente con una formación interdisciplinar que combina saber, experiencia y humanidad.

Además de ofrecer un itinerario académico único en su categoría, este programa permite a los alumnos vivir el acompañamiento desde dentro, no solo como teoría, sino como experiencia vital. Se trata de una formación que transforma al acompañante antes incluso de que este acompañe a otros. "Queremos formar profesionales que, desde cualquier disciplina, sean capaces de acompañar procesos humanos con profundidad, respeto y visión transformadora", afirma Ángel Barahona.

Esta formación es una experiencia vital, no solo académica: transforma a quien acompaña, porque primero le invita a transformarse a sí mismo"

El acompañamiento no es espontáneo ni improvisado. Exige formación, disposición interior, respeto por la libertad del otro y una mirada que sepa ver lo que está llamado a ser. Por eso, como afirma Maleny Medina, "la revolución transformadora y plena es silenciosa. Pasa por los detalles y gestos humanizadores del día a día".

¿Y si todos tuviéramos a alguien que nos ayudara a ser quienes estamos llamados a ser? ¿cómo sería nuestra sociedad?

Quizá más libre, más humana, más verdadera. En la UFV ya hay muchos que están caminando juntos para hacerla posible.

El acompañamiento, tal y como lo entiende y lo vive la Universidad Francisco de Vitoria, no es solo una herramienta pedagógica, sino un camino de transformación. Es una expresión concreta de la Revolución Humana que impulsa la universidad: una propuesta educativa que sitúa a la persona en el centro, que considera a cada persona única e irrepetible, y que cree, radicalmente, en su capacidad de crecer, decidir y transformar la realidad desde dentro. Acompañar es sembrar esa revolución, día a día, en cada encuentro.