📢 Dale "play" para escuchar el audio sobre cómo el vidrio ha acompañado a los grandes avances cinetíficos, tales como el miscroscopio o el telescopio, entre muchos otros.
El vidrio acompaña los grandes descubrimientos científicos
En el Siglo XVII, el comerciante holandés Anton Van Leeuwenhoek nos permitió conocer y observar el mundo de una forma más diminuta con la creación del primer microscopio.
En 1609, Galileo construyó su telescopio de refracción con un lente convexo y otro cóncavo, ambos de vidrio. Esto permitió a la humanidad ver de cerca la inmensidad del universo. Descubrió nada menos que las fases de Venus, fenómeno que le indicó que el planeta giraba alrededor del Sol.
Sin el microscopio ni los envases de laboratorio de vidrio, el químico Louis Pasteur no habría podido observar cómo al calentar la leche antes de embotellarla eliminaba las bacterias e impedía su fermentación, sin alterar su estructura ni sus componentes. Este procedimiento lo llamamos hoy pasteurización y permite prolongar la conservación de los alimentos envasados por mucho más tiempo.
Durante los Siglos XVIII y XIX, el vidrio, por sus cualidades como aislante eléctrico y la resistencia a las altas temperaturas, sumadas a su transparencia, hicieron que el vidrio se empleara de forma generalizada en los laboratorios científicos, en elementos aún presentes en la actualidad, como los matraz o recipientes de laboratorio, las probetas y las pipetas.
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