Alexandru Ionut Duma SJ (en la Comunidad le llaman Dumi) tiene 30 años y nació en Rumanía. Entró en la Compañía de Jesús en 2014 y fue enviado a Génova, Italia, para hacer el noviciado allí.
Italia, Malta y España: el camino de este jesuita rumano
El siguiente destino fue Roma, para los estudios de filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde estuvo tres años. Tras este paso, fue a Malta, donde trabajó dos años como pastoralista en el St. Aloysius College. Ahora está en Madrid acabando con el primer ciclo de los estudios de teología y el próximo sábado 10 de febrero se ordenará diácono.
Seguir el modo de vivir de Jesús
Cuando le hemos preguntado lo que era para él la vocación de ser jesuita, Dumi lo tuvo claro: "Para mí la vocación de jesuita significa seguir a Jesús, en su modo de vivir y según mi modo de ser, de relacionarse, de escuchar y hablar, de caminar con la gente, de ponerse en juego, etc...". Esto recuerda a la canción de Cristóbal Fones SJ que habla, precisamente, de vivir según el modo de Jesús.
Donde antes veía renuncia en su seguimiento a Cristo, ahora ve ganancia "antes pensaba que para seguirlo debía renunciar a todo lo que más me gustaba, a todo lo que yo deseaba, a lo que en fondo representaba mi identidad..." cuenta este jesuita. Poco a poco se dio cuenta de que es justo al revés "más me acerco a Él, más mi vida se siente autentica, original y llena de sentido" añade.
Y en esto jugaron un papel esencial los jesuitas que encontró, reconoce, a lo largo del camino "gente sencilla, acogedora, humana y, a menudo, muy original" explica Dumi. Fueron ellos los que le llevaron a hacer los Ejercicios Espirituales "por primera vez sentí la llamada a la vocación en la Compañía".
Una espera que crece en intensidad
Hasta ahora, reconoce Alexandru, su vida ha discurrido de una manera bastante normal entre las varias preparaciones, las clases de la universidad, etc... Pero, cuenta que cada vez que se va acercando más la ordenación diaconal "siento también que crece en intensidad la espera".
"Lo que más me acompaña en estos días es un continuo agradecimiento por todo lo vivido"
A pesar de esos momentos de incertidumbre y tentación "lo que más me acompaña en estos días es un continuo agradecimiento por todo lo vivido en Su Compañía y, sobre todo, por Su gran confianza y fidelidad" cuenta.
Una llamada muy concreta
Para Dumi la llamada al diaconado no es algo abstracto, que se pueda quedar en un puñado de ideas "es algo muy concreto, algo que se realiza y se encarna en una comunidad viva y real que se llama Iglesia".
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