Luis Argila SJ no hay nada mejor que ser jesuita

Luis Argila Carulla SJ (22 de abril 1982, Barcelona) entró al noviciado en 2016. Entre 2018 y 2020 estudió filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma.) Durante la etapa de magisterio estuvo en Lleida, trabajando como profesor en el Colegio Jesuïtes Lleida (Claver- Raimat).

Desde 2022 vive en Madrid donde estudia el primer ciclo de Teología en la Universidad Pontificia Comillas. El sábado 8 de febrero será ordenado diácono en la Parroquia San Francisco de Borja (Madrid).

Saber de quién te estás fiando

En estos días previos Luis se muestra confiado y tranquilo, aunque con los nervios típicos de las preparaciones logísticas: "Sé de quién me estoy fiando y sé de quién voy de la mano", cuenta.

Ante todo tiene deseos de servir al pueblo de Dios desde su condición de diácono: "Soy consciente que el Diaconado es un paso previo para la ordenación de presbítero, que es mi vocación", reflexiona Luis. Además, quiere que este sea un tiempo privilegiado: "Es un tiempo para aprender a servir en el altar, para poder proclamar el Evangelio y transmitir quién es este Jesús al que quiero seguir y al que deseo llevar a otros", añade Argila.

"La vocación de jesuita hoy la vivo como mi forma de ser, no me entiendo desde otra óptica que no sea la de ser jesuita, es la forma en la que puedo sacar mi versión más auténtica", reconoce Luis.

Primero el sacerdocio, después jesuita

En su caso, primero fue la vocación a sacerdote, puesto que no conoció a la Compañía de Jesús hasta el cabo de unos cuantos años: "Más que vocación tardía, creo que fue una respuesta tardía porque la vocación siempre estuvo ahí latente", admite Luis.

Nos explica que por diferentes motivos siempre iba dando largas al Señor y no contestaba: "Nuestros tiempos no son los de Dios y yo de eso puedo dar fe", sigue explicando. Luis conoció a la Compañía de Jesús en Venezuela, donde ejercía como abogado (su profesión). Bromea con lo que le dijo el Provincial que le admitió en el noviciado por aquel entonces: "Me decía que cuán misterioso es Dios que tuve que irme a la otra punta del mundo a conocer mi vocación", reconoce.

Un 'sí' con dudas, pero confiado

En Venezuela se le despertó a Luis una pregunta que ya llevaba tiempo haciéndose, pero, reconoce, que no quería responder: "Desde un sí con dudas, pero confiado, empecé a hacer camino en la Compañía de Jesús", cuenta este jesuita catalán.

"Me siento jesuita, me vivo jesuita, con mis imperfecciones, pero con el deseo de seguir a este Jesús pobre y humilde y en cruz que Ignacio nos propone en los Ejercicios", reconoce.

Ven y verás

¿Qué decirle, entonces, a un joven que se plantea la vocación? Recordando un versículo (Juan 1, 46), dice Luis que le diría que fuera valiente: "Que se lo pregunte ante Dios y responda en conciencia qué quiere Dios de él, pero que también se deje acompañar", añade Luis.

Un proceso acompañado

Reconoce Argila que no es fácil, pero que la Compañía de Jesús tiene medios para acompañar estos procesos: "Lo hace para que no los vivas solo, para ayudarte a hacerte preguntas e interpretar las respuestas", dice.

"Que confíe en Dios, porque Dios solo quiere lo mejor para él y si su vocación es la de ser jesuita, pues adelante porque no hay nada mejor que eso", explica Luis.

En este enlace tienes más información de las ordenaciones sacerdotales y puedes acceder a la retransmisión en directo el 8 de febrero.