El sentido del tiempo es fundamental para comprender, recordar e interactuar con el mundo. Tareas que van desde mantener una conversación hasta conducir un automóvil requieren que recordemos y percibamos cuánto tiempo tardan las cosas: un cálculo complejo pero en gran medida inconsciente que se ejecuta constantemente bajo la superficie de nuestros pensamientos.
Ahora, investigadores de la Universidad de Salud de Utah han descubierto que, en ratones, una población específica de "células del tiempo" es esencial para aprender comportamientos complejos en los que el tiempo es fundamental. Al igual que el segundero de un reloj, las células del tiempo se activan en secuencia para trazar períodos cortos de tiempo.
Pero los investigadores descubrieron que las células del tiempo no son solo un simple reloj: a medida que los animales aprenden a distinguir entre eventos en diferentes momentos, el patrón de actividad de las células del tiempo cambia para representar cada patrón de eventos de manera diferente . En última instancia, el descubrimiento podría ayudar a la detección temprana de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, que afectan el sentido del tiempo.