Juan Pablo Rodríguez SJ fue nombrado socio de la Provincia en febrero de 2018. Después de siete años, está a pocos meses de dar el relevo a Benigno Álvarez Lago SJ. Hablamos con Juan Pablo para hacer balance de estos siete años como socio y admonitor del Provincial, que en su recorrido lo ha sido de dos, de Antonio España SJ y de Enric Puiggròs SJ. ¿Qué echará de menos de la Curia? ¿Cuál le gustaría que fuese su futuro? ¿Y cómo ve los años venideros de la Provincia que tan bien conoce?
¿Qué balance haces de estos siete años como socio?
Más que un balance de logros y de fracasos o de tareas inacabadas, te diría que después de estos siete años me queda un sentimiento de agradecimiento a Dios. De agradecimiento por la experiencia de servicio que ha supuesto el desempeñar este oficio, por el conocimiento que me ha permitido adquirir de la Compañía, de sus procesos, de su modo de actuar… De gratitud a Dios por haber ayudado en lo que buenamente he podido a dos provinciales en su tarea de gobierno, por el testimonio que he recibido de no pocos jesuitas y laicos/as a los que he conocido o he tenido la oportunidad de trabajar con ellos.
La figura del socio es propia de la Compañía y no tan conocida fuera. ¿Qué significa ser el socio?
La verdad es que sí, que el término socio es muy desconocido fuera de la Compañía. Nosotros lo empleamos, en lugar del de secretario, asistente o ayudante del Provincial, porque –además de todas los trabajos de secretaría o de tipo más administrativo que realizamos–, la Compañía nos pide también que seamos un buen compañero y acompañante de quien ejerce el servicio de gobierno, es decir, alguien en el que el Provincial pueda apoyarse, intercambiar impresiones, dejarse recordar cosas o contrastar… Por eso el Socio, es por cargo miembro de la Consulta canónica de la Provincia y, ordinariamente, realiza también el oficio de Admonitor del Provincial, es decir, el de ayudar al Provincial a que pueda examinar su vida y modo de gobierno para mejorar en su servicio.
¿Qué porcentaje de trabajo es, digamos, más burocrático, administrativo para un socio?
Al principio, cuando comencé, el volumen de trabajo de tipo administrativo era muy grande, yo creo que un 85%, más o menos. Había que preparar y convocar muchas reuniones, confeccionar las actas, tener actualizadas las bases de datos, archivar y registrar documentos, atender los muchos emails y la correspondencia postal, solicitar informes, hacer certificados, expedir distintos documentos… Posteriormente se incorporaron a trabajar en la Secretaría de la Curia dos personas, Dña. Elvira Valverde y el P. Rafael Mateos, y esto me ha permitido atender otras tareas más allá de la estricta de Socio, como fueron la de la Delegación del Sector Apostólico de Servicio de la Fe o, más recientemente, la de la Discernimiento y Planificación impulsando el proceso de elaboración del nuevo Proyecto apostólico de Provincia.
Has mencionado el proyecto apostólico, el gran proyecto con el que estás entre manos en tu recta final como socio. ¿Cómo esperas que culmine?
Más que el producto final que obtengamos, que sin duda ha de darnos orientación en la Provincia y ayudarnos a mejorar en nuestra «vida y misión», espero y deseo que el proceso de discernimiento ampliamente participativo que estamos siguiendo haya servido para renovarnos a nivel espiritual y apostólico; pues elaborar un Proyecto de este tipo es un modo de ejercicio en el que hemos de decirnos, de forma actualizada y a la luz del Espíritu, quiénes somos, a qué creemos que nos llama Dios y cómo queremos responder a esas llamadas.
¿Qué echarás de menos cuando ya no seas socio?
Echaré de menos a los compañeros y a las compañeras de trabajo en la Curia. Y, al haber tenido la oportunidad en estos años de estar muy cerca de la cocina del gobierno de la Provincia, echaré de menos también el haber tenido conocimiento y haber sido testigo, directo e indirecto, del caudal de generosidad, de entrega, de disponibilidad, de servicio humilde de muchos jesuitas y laicos/laicas de la Provincia.
¿Tienes ganas de, entiéndase la metáfora, salir del despacho y volver a salir a la calle?
Sí, después de estos años de trabajo en la Curia tengo ya ganas de comenzar una nueva etapa en la Compañía, una etapa que sea algo más apostólica hacia afuera, de menos horas de trabajo delante de un ordenador y con documentos, más en contacto con las personas y más inserta en el día a día de una comunidad apostólica local.
Una curiosidad, en el móvil, ¿tú eres de los que tiene las notificaciones del correo electrónico encendidas? ¿Te sale ese numerito junto al icono?
Lo tenía configurado así al comienzo, pero era tal el volumen de correos electrónicos que recibes, tanto de la Provincia como de fuera de ella, que, al principio me agobiaba cuando veía que el número de emails recibidos y sin contestar aumentaba…
Y ahora empieza la transición hacia Beni, hacia el nuevo socio. Aunque al final cada puesto lo hace cada persona.
En la Compañía, normalmente, cuando el Provincial te da una misión te indica únicamente el núcleo fundamental de ella. Después, eres tú quien con tus cualidades y limitaciones –y en diálogo con tus superiores y el/la director/a de obra–, has de tratar de aterrizar en el contexto concreto esa misión y realizarla del mejor modo posible. Con el oficio de Socio sucede lo mismo. Es cierto que hay unas tareas asignadas y unas funciones establecidas, pero después cada jesuita, y en este caso Beni, aportará cosas nuevas, imprimirá su propio estilo y encontrará modos mejores de prestar este servicio.
¿Cómo te imaginas la Provincia de España, que tan bien conoces, en el futuro?
Evidentemente, será una provincia mucho más reducida en número de jesuitas y de comunidades religiosas, pero no por ello apagada o sin vitalidad e impulso apostólico. Más bien me imagino a la Provincia siendo algo más creativa y adaptativa que ahora, más en las manos de Dios y confiando más en Él, desplegada en misión compartida con otras personas e instituciones de Iglesia, generando comunidades de misión, con otros modelos de destinos apostólicos de jesuitas algo diferentes a los que conocemos ahora, impulsando más proyectos intersectoriales y cuidando más los lugares y los estilos de vida comunitaria religiosa.