Cada mes de septiembre la UFV abre sus puertas a casi doce mil estudiantes de grado. Queremos que cualquier estudiante con ganas de formarse y vivir la universidad encuentre su lugar en nuestro campus. También es un reto de transformación y exigencia para acoger y facilitar el acceso a las instalaciones a alumnos o a profesionales que –de modo temporal o definitivo– viven con alguna discapacidad. El SAPNE de la UFV se encarga de acompañarlos y asesorarlos para que encuentren en la universidad un espacio inclusivo y la oportunidad de formarse y crecer.
Lorena Lobato coordina el Servicio de Atención a Personas con Necesidades Especiales (SAPNE), dedicado a acompañar a alumnos con discapacidad, a asesorar a los profesores que les van a dar clase y a mantener un estrecho contacto, especialmente durante el inicio de primero, con las familias de esos alumnos quizá preocupadas por el comienzo de una nueva etapa en la UFV donde el acompañamiento, es uno de sus sellos identitarios.
Intentamos favorecer la inclusión de los alumnos con discapacidad en el entorno de toda la vida universitaria, de manera que puedan tener un desarrollo integral y una experiencia de calidad en estos años”
En SAPNE facilitan los medios necesarios para garantizar la accesibilidad y la inclusión efectiva de personas con discapacidad, en situaciones de vulnerabilidad y/o riesgo de exclusión.
La UFV es una universidad abierta a la discapacidad en diferentes planos. De hecho, existen programas específicos de formación profesional para alumnos con discapacidad intelectual, lo que es más complejo porque son personas que necesitan otro tipo de adaptaciones que las de discapacidad física. "Trabajamos en todos los niveles: físico, cognitivo, tratando de quitar miedos, organizando actividades de formación para alumnos, sensibilizando para incorporar a personas con discapacidad –¡eso sí que es auténtica integración!", asegura Lorena Lobato.
Esa tarea se realiza con un acompañamiento específico para cada alumno. Por ejemplo, Teresa tiene discapacidad visual y ha empezado el Grado en Derecho y Relaciones Internacionales en el College UFV. Antes de formalizar su matrícula se reunió en SAPNE con Lorena para ver qué la podía ayudar a moverse por el campus sin problemas.
Yo no hubiera sobrevivido en la universidad sin una Lorena en mi vida. Venía de un colegio donde había estado toda la vida, donde todos me conocían y sabían mis necesidades. Ahora llegaba a un mundo nuevo e iba a necesitar mucha ayuda. Resulta que no se me nota nada mi discapacidad, y tengo que explicar que no veo. Me planteé que lo fundamental era tener buena comunicación con los profesores"
"A principio de curso me fui acercando a ellos, contándoles mis necesidades: “Tengo que hacer todo en digital”, “No veo nada en la pizarra, si puedes decirlo todo en voz alta”, “Si te diriges a mí, tienes que empezar diciendo mi nombre o no me entero”, cosas así. Llevamos un mes, se lo recuerdo de vez en cuando si se olvidan porque los profesores tienen un montón de clases y a lo mejor no se acuerdan de Teresa… También comenté que no distinguía los escalones de la cafetería porque son de granito gris. ¡Al día siguiente ya estaban marcados con unas cintas azules que me ayudan muchísimo!", explica Teresa.
Camino tiene una parálisis que le afecta al área motora. Anda despacio y hablar le lleva más tiempo que a los demás. También necesita estar cerca de la pizarra porque no ve bien. De hecho, tuvo dificultades para una asignatura de diseño en 3D debido a sus problemas visuales. Pero con mucha inventiva las superó. Este curso terminará 4º del Grado en Creación y Narración de Videojuegos. Durante todos ellos ha vivido en el Colegio Mayor de la UFV.
Estoy en comunicación constante con mis compañeros y profesores. Al principio me costaba mucho, porque todo funciona de modo muy acelerado en nuestro mundo y yo voy más despacio. Es muy bonito ver cómo se cuidan las adaptaciones a tus discapacidades, cómo me atienden mis compañeros. Incluso alguno de mis profesores ha hecho cursos para saber lo que me conviene más"
Interviene Esther Vela, profesora en los grados de Primaria, Infantil y Educación Social. Lleva años abordando asignaturas relacionadas con atención a la diversidad: discapacidad motora, sistemas aumentativos de la comunicación, intervención ante las necesidades. Ha tenido alumnos con discapacidad y también se encarga de la formación de los estudiantes de la mención de Pedagogía Terapéutica y de Atención a la Diversidad. Le impacta ver que "un 90% de nuestros estudiantes quieren formarse en esa mención por responsabilidad ante su futuro profesional", asegura la profesora.
Esther considera la importancia de convivir con la diversidad.
Eso nos lleva a un cambio de mirada. Nos hace entender que la diversidad es inherente al ser humano. El trato con naturalidad llega cuando tenemos esa diferencia cerca. Convivir es lo que nos va a ayudar a integrar. ¡Cualquier persona tiene derecho a una educación inclusiva en todas las etapas de la vida!"
Preguntada por las barreras que pueden encontrarse en este proceso de integración, Esther hace una distinción muy oportuna: "Al hablar de discapacidad en el aula la clave es la accesibilidad cognitiva: que las sesiones y la programación llegue a todos tus alumnos. Eso requiere adaptar el conocimiento a los que necesiten que la información les llegue de otras maneras."
El sueño es llegar al Diseño Universal de Aprendizaje (DUA): que la información se proporcione de diferentes maneras, que el alumno tenga diferentes maneras de enseñarnos lo que ha aprendido, que les podamos motivar de maneras diferentes. Alumnos de altas capacidades o con TDH, invidentes, con discapacidad auditiva, con parálisis. Adaptar todo lo que hacemos para que todos los posibles estudiantes lo puedan comprender, que nos ajustemos a la necesidad en el aula.
De la accesibilidad física se encargan desde el Departamento de Espacios e Infraestructuras. Su directora, Irene López, reconoce que la accesibilidad universal es un objetivo realmente difícil dada la infinidad de posibles necesidades. Cualquier proyecto, desde un edificio nuevo hasta la colocación de un paso de cebra o de una jardinera, va acompañado de un estudio de accesibilidad. Trabajan de la mano de SAPNE: Lorena les cuenta la circunstancia del alumno que llega y comienzan a buscar soluciones.
Acudimos a la ONCE, a la Fundación Avanza, a la Fundación Gil Gayarre, y recorremos el campus con ellos. Así encontramos los problemas. Atendemos a que en cualquier actuación que hagamos la accesibilidad sea una prioridad. De hecho, no tenemos problema en cambiar de piso un aula o un laboratorio si no estuviera accesible para todos. O estudiamos la generosidad de los espacios para que una silla de ruedas pueda desempeñarse por ellos. Tenemos margen y ganas de facilitar todo"
En la misma línea se reservan un buen número de plazas de aparcamiento. La sensibilidad de los alumnos ha ido en aumento, si bien en alguna ocasión estudiantes sin discapacidad, pero con prisa las ocupan o las obstaculizan. En ese caso no reparan en esfuerzos: "Se le identifica, se le amonesta e incluso se puede llamar a la policía para que multe y venga la grúa a por esos coches que dificultan la movilidad de las personas con necesidad".
Un campus para todos, y especialmente para las personas que más necesitan. Lo interesante es ver que ellas tampoco hacen de su discapacidad un drama. Teresa explica que "mi discapacidad visual es un límite, pero no lo que me define. Fundamentalmente soy una persona como todas que resulta que no ve. Pero soy mucho más que una invidente". Camino confirma lo que dice su compañera: "Eso es, y por eso queremos estar a la par que nuestros compañeros". Por ese motivo, explica Lorena Lobato:
El esfuerzo es que nuestros cincuenta alumnos con necesidades especiales en este curso 24/25 sean uno más entre sus iguales. No necesitan piedad, sino asumir sus responsabilidades y convivir con esos compañeros para que cuando lleguen al mundo profesional lo hagan conociendo la discapacidad y conscientes del aporte de valor que supone cada persona"
En la UFV, velamos por la salud, la inclusividad y la integridad física de todos. Buscamos forjar un futuro más saludable con acciones que fomenten una cultura preventiva de bienestar integral en la comunidad universitaria. Para lograrlo, se ofrecen una variedad de servicios como SAPNE (Servicio de Atención a Personas con Necesidades Especiales), GOE (Gabinete de Orientación Educativa), CAIF (Centro de Acompañamiento Integral a la Familia), IA (Instituto de Acompañamiento), así como servicios de seguridad, salud y bienestar, entre otros. Un campus seguro, saludable e inclusivo.
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