El pasado sábado, 7 de septiembre, Álvaro, Roger y Marc realizaron los primeros votos en la Compañía de Jesús. Fue en una preciosa ceremonia en la Basílica del Santuario de Loyola en la que los tres no pararon de sonreír en todo momento. Conocemos un poco más sobre lo que significó este día para ellos a través de sus testimonios.
Profundidad, conocimiento interno y agradecimiento
Sobre esta etapa del noviciado Álvaro destaca la profundidad con la que le ha ayudado a vivir este proceso de enraizamiento en la persona de Jesús: "Siento que he crecido en esta de relación de seguimiento con el Señor y percibo cómo nunca me ha abandonado" expresa.
Fue en el mes de Ejercicios Espirituales donde Álvaro pudo experimentar esa gracia desbordante de su amor primero, única constante de nuestra historia: "Reconozco su llamada a comunicar ese amor a sus criaturas, que intento responder desde la entrega a Él y a los hermanos en su Compañía". Para él la vida cotidiana y oculta del noviciado y las distintas probaciones han ido confirmando esta vocación: "Esta se embellece y renueva cada día en el encuentro con Jesús".
En su caso, Roger se detiene en una expresión que se repite en los Ejercicios [104] y [233], y que se propone como gracia a pedir 'conocimiento interno'. Mirando este tiempo de noviciado, Roger agradece al Señor cómo, aunque sin agotarla, ha ido desplegando esta gracia tan particular en un crecimiento fecundo: "Son, a la vez, el 'conocimiento interno del Señor', y el 'de tanto bien recibido' los que marcan lo más profundo y fundante de este tiempo".
Continúa explicando Roger que para él también es la fuente de agradecimiento desde la que desear mirar la realidad de modo renovado en Cristo: "Conocer y conocerse desde el don del Señor: a uno mismo con todo, virtudes y defectos, y la realidad con su complejidad, pero con ese mismo don latente... a veces pareciendo escondido, otras más claro".
Por último, para Marc el noviciado es un tiempo profundo que agradece que se cuide tanto: "Lo vivido en este tiempo es un verdadero regalo. La propia vida en el noviciado, pero con especial fuerza el mes de Ejercicios, el de hospitales, el de comunidades y la peregrinación en pobreza han sido realmente fundantes para mí y han ido tejiendo 4 puntos que creo importantes en mi vivencia en este tiempo".
Esos cuatro puntos de los que Marc habla son la familiaridad con Dios, el conocimiento de uno mismo, el conocimiento de la Compañía y de la Iglesia y la vida en comunidad. En todo ello, durante esta etapa, ha sentido que se iba confirmando la llamada primera y, a la vez, ha ido descubriendo cómo esta se concretaba en otras llamadas particulares: "A la reconciliación y una mirada preferencial hacia los pobres. De algún modo, pues, en el noviciado he empezado a descubrir esta búsqueda continuada de la voluntad de Dios, como algo dinámico y vivo, para no dejar de irle preguntando: ¿A dónde me queréis llevar?".
Una nueva etapa que ahora comienza
Ahora se abre un largo período de formación que se inicia en Roma con los estudios de Filosofía: "Afronto este tiempo con ilusión y también con los miedos e incertidumbres que trae todo cambio, pero, sobre todo, siento un agradecimiento profundo por cómo Dios va soñando este camino y una profunda confianza en su voluntad" reconoce Álvaro.
"Siento un agradecimiento profundo por cómo Dios va soñando este camino y una profunda confianza en su voluntad".
Sobre los profundos deseos, él habla de servir a Cristo y a su Iglesia: "Me dispongo a vivir este tiempo desde la fidelidad a Dios marcada por la consagración religiosa que acabo de profesar. Así, le pido al Señor su ayuda para determinarme en una entrega decidida en esta misión de formarme lo mejor posible para ayudar a las almas".
Del mismo modo, anhela seguir encontrando la voluntad de Dios: "Lo quiero hacer desde una escucha abierta y discernida al Espíritu y a los Superiores de la Compañía que son mediación suya". Por último, cuenta que encara esta nueva etapa con esperanza: "Frente a nuestras incongruencias y los otros males de este mundo, Cristo nos sostiene y nos sigue enviando a dar testimonio de la Buena Noticia".
En lo más claro y más oculto
Desde ese agradecimiento por lo que se ha ido regalando hasta ahora, Roger sigue aventurándose en este camino confiando en que esa gracia que ha ido descubriendo, en la Promesa del Señor, puede seguir fecundando la vida, la propia y la de los demás: "Ciertamente, es un recodo pronunciado en esta 'peregrinación', con cambios de comunidad, de lengua y de misión".
"Haciéndonos prójimos del prójimo, en la misión que la Compañía nos encomienda"
Sin embargo, también está apoyado justamente en eso que se ha revelado como gracia este tiempo, que Dios no abandona, pidiendo la gracia para seguir descubriéndole: "En los gozos y las fatigas, en lo más claro y lo más oculto, en el estudio y en los demás... Haciéndonos prójimos del prójimo, en la misión que la Compañía nos encomienda".
Un camino que se realiza en Compañía
Para finalizar, esta nueva etapa Marc la empieza con la paz de saber que Jesús sigue haciendo con él este camino y que solo lo puedo hacer con Él: "Empezar una nueva etapa, además de despertar ilusión, también abre algunos nervios e inseguridades, propios de los cambios y de la necesidad de irse adaptando a lo nuevo".
"En esta llegada a Roma, pido al Padre no olvidar que el fin de los estudios es poder ayudar más al prójimo"
Por otro lado nos habla de San Saba: "La comunidad donde vivimos, San Saba, es una comunidad internacional, con otros compañeros de distintos países de Europa que también estudian filosofía aquí en Roma, lo que supone una gran riqueza para nosotros poder compartir con diversidad de orígenes y sensibilidades (además de la propia realidad eclesial de la ciudad".