ADVIENTO 3: Renovacion y Restauracion

Tercer Domingo de Adviento: Domingo de Gaudete

Encendemos hoy la tercera vela para simbolizar la alegría del Evangelio, pues estamos llamados a ser portadores de la buena nueva del amor de Dios que llega a nosotros en la encarnación de Jesús.

VER+ Tradicionalmente llamado "Domingo de Gaudete", el tercer domingo de Adviento celebra la alegría de la encarnación del amor de Dios en Jesús. Podemos preguntarnos por qué esta tercera semana de Adviento se centra en la alegría. En breve abordaremos ese tema en esta reflexión.

Comenzamos de nuevo la reflexión de esta semana con la figura de Juan Bautista. El evangelio del tercer domingo de Adviento lo presenta como un mensajero, alguien que anuncia o proclama buenas noticias. El evangelio deja muy claro que el principal objetivo de Juan como mensajero es "dar testimonio de la luz". Juan el Bautista no es la luz, sino el que da testimonio de la luz que amanece en el mundo. En Adviento, esperamos la nueva efusión de esa luz.

Para comprender el testimonio de Juan el Bautista como mensajero, tenemos que leer la primera lectura del profeta Isaías para el tercer domingo de Adviento. Isaías se dirige a su pueblo quebrantado por el exilio y anuncia un mensaje de buenas noticias que presenta a Dios como una enfermera que se acerca para curar a los quebrantados de corazón, para liberarlos:

"El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido y me ha enviado a dar buenas nuevas a los pobres, a sanar a los quebrantados de corazón, a proclamar la libertad a los cautivos y la liberación a los prisioneros, a anunciar un año de gracia del Señor". [Con esta cita exacta del profeta Isaías, el evangelio de Lucas caracteriza la misión y el ministerio de Jesús. (Lc. 4:14ss)].

Empezamos a ver cómo las palabras de Isaías anuncian la buena nueva del que viene a sanar y a traer paz, libertad y favor, y cómo esto conduce a la alegría y la esperanza de sus hermanos y hermanas afligidos. Su regreso del exilio se convirtió en el cumplimiento de la palabra de Dios, que expresaron en la alegre conmemoración de este acontecimiento.

Mientras esperamos la conmemoración de la encarnación, el amanecer de la luz de la que da testimonio Juan, se nos plantea un doble desafío. Una de ellas es poner nuestra esperanza en que Dios sigue inclinándose hacia nosotros y hacia nuestro mundo con amor compasivo, como una enfermera que proporciona curación y misericordia. Como Isaías, sabemos que Dios sigue vendando nuestras heridas y curando nuestros quebrantos. Esta esperanza inspira alegría en un mundo que clama desesperadamente por esa sanación y misericordia.

El segundo reto que se nos presenta es ser mensajeros de esta buena nueva, como Isaías y Juan Bautista, señalando el camino a esta esperanza convirtiéndonos en lo que proclama. Esta semana reflexionamos sobre lo que significa ser mensajero para nuestro mundo. El tiempo de Adviento nos ofrece algunas sugerencias. El mensajero del Evangelio de hoy es desafiado

  • escuchar, estar despierto y alerta a los impulsos del Espíritu en nosotros mismos y en los demás, así como en la Palabra de Dios;
  • discernir y escuchar el auténtico clamor de los necesitados y atenderlos;
  • acompañar a los afligidos y solidarizarse con los que sufren y tienen miedo;
  • dar testimonio de la luz que es Cristo en los rincones más oscuros de nuestro mundo

La alegría que acompaña a este ministerio restaurador proviene del privilegio de caminar con los demás a medida que descubren y profundizan su comprensión del amor y la misericordia de Dios activos en nuestro mundo y la sanación y misericordia que desencadenan. Experimentamos la atracción de la compasión no sólo en la misericordia de Dios en nuestras propias vidas, sino también en su presencia en las vidas de aquellos a quienes servimos. Cuando experimentamos esto, experimentamos la alegría de que Dios está presente y activo en nuestro mundo.

DISCERNIR+ (Reflexionamos sobre las lecturas de este tercer domingo de Adviento y los testimonios de otras personas implicadas en el ministerio de justicia restaurativa como una forma de escuchar sus desafíos y discernir cómo influyen en nuestras vidas y ministerios. ¿Cuáles son las formas en que las Escrituras y las experiencias, palabras e historias de otros nos ayudan a entender lo que Dios nos invita a hacer como portadores de la buena nueva?)

Lecturas para el tercer domingo de Adviento https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121623.cfm

Primera lectura: Isaías 61:1-2a, 10-11: "Pues como la tierra echa sus brotes, como un huerto hace brotar lo sembrado, así el Señor Dios hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones".

Segunda lectura: 1 Tes. 5: 16-24: "Estén siempre alegres".

Evangelio: Juan 1:6-8; 19-28: "Vino como testigo, para dar testimonio de la luz".

Wisdom Voices of Chaplaincy: Justicia Restaurativa

El video Wisdom Voices of Chaplaincy (Voces de sabiduría de la capellanía) que figura a continuación ilustra formas concretas de ser restauración y sanación en un ministerio de acompañamiento. Estas dos historias dan testimonio de la alegría que brota cuando los portadores de la buena nueva son testigos de cómo las personas toman conciencia del amor y la presencia de Dios en sus vidas.

Video link: https://youtu.be/2I5j_C65sG8?si=imO6xNalCzSOH5Gt

ACTUAR + (Preguntas para la reflexión a la luz de las Escrituras y de otras voces.)

  1. ¿Cuáles son las formas en que otros le han comunicado la alegría del Evangelio?
  2. ¿Cuáles son los momentos y experiencias en los que ha sido testigo de la alegría mientras atendía a otros?
  3. ¿Cómo puede unirse a otros y "dar testimonio de la luz" de Cristo que resplandece en nuestro mundo?
  4. ¿Quiénes son los afligidos y temerosos en nuestro mundo de hoy y cómo nos llama Cristo a tenderles la mano, acompañarles y sanarles?
  5. 5. ¿Qué debo hacer para convertirme en portador de la alegría del Evangelio?