FORMAR LO INVISIBLE: LA REVOLUCIÓN PENDIENTE DEL CARÁCTER La apuesta de la UFV por la formación interior como motor de transformación personal y social

En un tiempo marcado por la aceleración tecnológica, la fragmentación cultural y la crisis de sentido, la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha apostado de forma decidida por una revolución educativa centrada en la formación integral de la persona. Esta revolución tiene un nombre: educación del carácter.

En febrero de 2023, la UFV creó el Centro de Educación en Virtudes y Valores (CEV), una iniciativa pionera en el ámbito universitario en España que busca integrar, de forma intencional y sistemática, el cultivo de las virtudes en todos los ámbitos de la vida educativa. Este centro nace del convencimiento de que no es posible educar sin transmitir valores y sin formar el carácter, porque toda acción educativa tiene una dimensión moral implícita.

Inspirado por la tradición filosófica de la paideia clásica y por el pensamiento cristiano, y en diálogo con instituciones de referencia internacional como el Jubilee Centre for Character and Virtues (Universidad de Birmingham), el Oxford Character Project (Universidad de Oxford) y la Association for Character Education (ACE) del Reino Unido, el CEV propone un modelo que combina la sabiduría práctica, el rigor académico y una profunda visión humanista de la persona.

Según su directora, Verónica Fernández, "la educación del carácter incluye todas las actividades educativas explícitas e implícitas que ayudan a desarrollar una connaturalidad con el bien. Esa connaturalidad, que llamamos virtud, es el fruto del amor y de la búsqueda intencional del bien verdadero".

Una pedagogía del corazón: ver, pensar y actuar con virtud

¿Cómo se forma el carácter? ¿Cómo se enseñan virtudes como la templanza, la justicia o la humildad? El modelo de formación en virtudes del CEV se articula en tres momentos: ver, pensar y actuar. Ver consiste en aprender a mirar la realidad con profundidad, reconociendo el bien y el mal; pensar supone discernir lo que es correcto y prudente hacer; actuar implica poner en práctica lo que se ha comprendido como bueno.

Este modelo no es solo un esquema cognitivo o ético, sino una verdadera pedagogía del corazón: busca integrar inteligencia, voluntad y afectividad en un mismo acto educativo. En el fondo, educar el carácter es educar también el afecto, porque la virtud no es solo saber lo que está bien, sino amar el bien y desear hacerlo. La virtud es, en sí misma, una forma de integración de los afectos en torno al bien verdadero.

Desde esta mirada unificada de la persona, el CEV impulsa investigaciones, acompaña procesos de transformación en escuelas y universidades, y ofrece diversos programas de formación orientados a este fin.

Formar a los que forman: el papel clave del docente

El camino hacia una verdadera educación del carácter comienza por quien educa. El docente no es un mero transmisor de conocimientos: es modelo, testigo, acompañante y facilitador. Su autoridad no se basa solo en lo que sabe, sino en quién es.

no se trata solo de educar al alumno, sino de redescubrir qué significa ser educador", señala James Arthur.

Conscientes de esta necesidad, desde el CEV se ha impulsado el Máster en Pedagogía en Virtudes, un programa de dos años (60 ECTS) concebido para transformar al profesor y capacitarlo en la enseñanza de virtudes y valores. Surge como una iniciativa de Verónica Fernández, especialista en educación del carácter y autora del libro “Pedagogía y Virtudes. La excelencia en el camino del amor”, y se desarrolla en colaboración con el Colegio Stella Maris, dentro de la estructura de la Fundación Didaskalos. Está a punto de comenzar su tercera edición.

Este programa presencial se complementa con el Curso Especialista en Educación del Carácter, desarrollado junto al Jubilee Centre for Character and Virtues y dirigido a un público más amplio, especialmente en Latinoamérica y en otras regiones fuera de Madrid. El curso, que comenzará el próximo 15 de septiembre, se imparte online y en español, y cuenta con grandes expertos internacionales.

Ambos programas responden a la convicción de que "no puede haber una verdadera educación del carácter sin educadores que lo vivan primero", explica Verónica Fernández.

Tradición y modernidad en diálogo

En la UFV, el pasado y el futuro conversan. La propuesta del CEV no es nostálgica ni moralista: integra la sabiduría clásica y cristiana con las aportaciones más recientes de la psicología positiva, la neurociencia o la investigación educativa internacional. La educación del carácter se plantea así como una respuesta integral a los retos del siglo XXI.

Se trata de formar personas capaces de florecer humanamente, vivir con sentido, construir relaciones sanas y contribuir al bien común. No es solo una necesidad pedagógica: es un compromiso ético y social.

Investigación con sentido: cultivar el conocimiento al servicio del florecimiento

La dimensión investigadora del CEV se articula a través del grupo VIVA (Educación en Virtudes y Valores), un equipo interdisciplinar que estudia a fondo el carácter, la psicología moral y la educación en virtudes. Sus tres líneas principales de trabajo —la fundamentación del carácter, el liderazgo virtuoso y la ética profesional— buscan responder a los desafíos educativos y sociales del presente con una mirada humanista e innovadora.

Entre sus proyectos destacan estudios sobre educación del carácter en el ámbito escolar y universitario, cibersabiduría, florecimiento humano, formación ética en contextos profesionales, y el desarrollo neurológico vinculado a la virtud.

Esta labor investigadora no se queda en lo académico: se orienta a generar herramientas prácticas, medir impacto y transformar realidades concretas.

Impacto internacional y reconocimiento académico

La propuesta del CEV no solo busca transformar la educación en España, sino que también está teniendo un impacto a nivel internacional. La Universidad Francisco de Vitoria ha sido protagonista en la 13.ª Conferencia Internacional sobre Carácter y Retos Globales, organizada por el Jubilee Centre for Character and Virtues en Oxford, donde la directora del CEV, Verónica Fernández, fue reconocida con el Ambassador of Character Education Award por su trabajo en la promoción de una educación centrada en el carácter.

Este reconocimiento se traduce también en nuevas alianzas, como la colaboración con el Jubilee Centre para lanzar el nuevo Curso Especialista mencionado anteriormente. Una muestra más de que educar en virtud trasciende fronteras.

Vivir la virtud en comunidad: programas que transforman

Pero la apuesta de la UFV no se limita a los programas formativos o al aula. La educación del carácter impregna la vida universitaria en su conjunto. El CEV acompaña al Colegio Mayor Francisco de Vitoria, al Gabinete de Orientación Educativa (GOE) y coordina el programa “Leaders of Character”, tres iniciativas orientadas al florecimiento humano integral.

Leaders of Character, dirigido a estudiantes de 3.º, 4.º y 5.º curso, busca formar líderes comprometidos, reflexivos y con sentido. Durante diez semanas, los alumnos trabajan virtudes como el propósito, la prudencia, la humildad, la templanza, la resiliencia, la gratitud, el servicio y la esperanza. Estas se cultivan mediante sesiones de lectura, ejercicios prácticos, mentoring personalizado y formación en liderazgo. El programa se realiza en colaboración con el Oxford Character Project de la Universidad de Oxford.

En el Colegio Mayor Francisco de Vitoria, la vida cotidiana se convierte en una escuela de virtudes. A través del diálogo, la formación experiencial y el liderazgo como servicio, se cultivan la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Todo el equipo del colegio participa en formación continua, asegurando coherencia entre el proyecto formativo y la vivencia real.

Por su parte, el GOE ha integrado la educación en virtudes en su modelo de acompañamiento personal, ayudando a los estudiantes a crecer no solo en lo académico, sino también en lo emocional, relacional y ético.

Una revolución pendiente

En un mundo que tiende a formar técnicos, la UFV quiere formar personas sabias. El primer deber de una universidad no es enseñar a hacer, sino ayudar a ser. El Centro de Educación en Virtudes y Valores recoge este desafío y lo convierte en motor de una revolución aún pendiente: la Revolución Humana. Porque solo formando personas íntegras, con juicio, con compasión, con firmeza y con sentido, podremos construir una sociedad más justa, más libre y verdaderamente humana.