EL AYUNO
Por Flavio Josefo Quetzalcóatl
El tema que hoy nos convoca lo llevo estudiando por algún tiempo. Les quisiera compartir algunas de las experiencias y conocimientos sobre el importante tema del ayuno. Naturalmente es mucho lo que les podría exponer en este momento pero el tiempo del que dispongo es breve así que seré muy concreto. En primer lugar, me llama mucho la atención el status colectivo en que se encuentra el mundo contemporáneo. Un mundo occidental que no me da pena decirlo, se encuentra en evidente decadencia. Ejemplo de ello es la lucha que vivimos entre hombres y mujeres y naturalmente no faltará quien defienda los valores modernos pero que en el fondo han desembocado en la falta de liderazgo y por eso entre otras cosas la masonería se encuentra en crisis. Este tipo de batallas de género sólo podrían darse en un mundo que se entregó demasiado al mundo de las sensaciones también llamado sensualismo. Y sí, vivimos en una sociedad lamentablemente hipersexualizada, lo que ha desembocado en la quizás inevitable pérdida de los valores familiares y las instituciones de antaño, que ahora que ya casi no existen vemos lo mucho que son necesarias. Y sin embargo, hay esperanza y pienso que el tema del ayuno puede ayudarnos en este tenor.
Como les comento, son ya muchos los años que llevo estudiando el tema del ayuno y también el tema del estoicismo antiguo, pero sólo más recientemente comencé una férrea disciplina estoica a través de los baños de agua fría y de ayunos intermitentes. A nivel médico, el ayuno es una antigua práctica poco valorada pero muy valiosa porque permite una regulación impresionante de la actividad del cuerpo humano pero también de la mente. El tema es extenso pero son conocidos sus efectos desintoxicantes y de aceleración del metabolismo a través de un fenómeno conocido como autofagia que permite acelerar y hacer eficiente nuestra producción energética. Como diría el filósofo corean Byung Chul Han, nos encontramos en la llamada sociedad del cansacio. En fin, cuando cumplí 30 años me propuse investigar la manera idónea para preservar de la mejor manera mi energía pues me percaté que mi cuerpo no respondía exactamente igual que cuando tenía 20 años, lo que me preocupó. El de la voz podrá ser soberbio, vanidoso, intelectual y engreído pero nunca sin energía. Comencé entonces mi investigación sobre el modo de obtener energía para mejorar mi rendimiento cotidiano. Recordé que antiguamente había practicado el ayuno islámico que en estos momentos curiosamente me encuentro practicando debido a los principios que rigen al sagrado mes de Ramadán, que en el Islam es el mes más bendito de todos y en el cual los musulmanes ayunan de comida y bebida todo el día desde antes que el sol amanezca hasta que el sol se oculta.
Y qué difícil es para la mentalidad occidental adentrarse en estas prácticas orientales sagradas. En este mundo donde la comida con su producción industrial nos provoca un tipo de adicción como la harina o el azúcar, dejar de comer durante toda la jornada del sol es una práctica aparentemente imposible. Yo les puedo asegurar que no es así. Si 1,800 millones de musulmanes lo practican durante 30 días al año yo por qué no podría lograrlo. Descubrí de ese modo la debilidad y fatiga de nuestra sociedad que no soporta no se alimente no solamente su estómago sino el ego. El sentido más profundo y espiritual del ayuno es justamente el de la eliminación del ego para generar al mismo tiempo una desintoxicación de nuestras emociones negativas. Y esto me reveló que la mayoría de nosotros solemos ser reactivos y emocionales, es decir, que respondemos ante el entorno de manera completamente emocional como si fuésemos animales o dinosaurios. Aquí valdría aclarar que el de la voz no cree que seamos animales sino seres racionales, sólo que hemos dejado la razón en el baúl de los recuerdos, lo que nos ha vuelto una sociedad peligrosa y muy beligerante. Una de las razones por las cuales quise entrar a la masonería es justamente porque se nos enseña a tomar a la razón como el primer motor de nuestro ser, es decir, a la deliberación consciente antes de actuar pues mayores niveles de atención consciente son mayores niveles de conciencia y mayores niveles de conciencia son mayores niveles de energía. Tal vez por eso hay monjes budistas en el Tíbet que son capaces de vivir sin alimento. Esto es real, estos monjes se alimentan de una energía sutil llamada prana.
Esta energía se encuentra en todas partes. En fin, sin llegar a esos niveles porque muchas veces al salir de aquí se antoja ir por unos tacos y una copa de vino, pero sólo una copa de vino, sí creo que el ayuno es una práctica estoica que mejora nuestros niveles de energía y nos desintoxica de nuestras bajas pasiones. De este modo, al fortalecer la mente se mejor el estado de resiliencia como se dice ahora ante cualquier adversidad y es posible así responder de manera madura y realista ante cualquier dificultad. Esto es lo que los antiguos estoicos llamaban la formación del carácter que es la verdadera hermenéutica etimológica de la palabra ética. Hay muchos otros aspectos muy interesantes del estoicismo que aquí sólo podré mencionar de manera rápida como la optimización del tiempo de cada día, la armonización de la razón con la naturaleza, la serenidad de la mente, la contemplación de nuestra propia mortalidad y el enfrentamiento con nuestros propios miedos son algunos de los temas frecuentes que encontramos por ejemplo en Séneca, el famoso estoico romano en sus famosas Cartas a Lucilio. Cada vez más el tema del estoicismo me captura por su gran sencillez de temas y su gran sofisticación de conceptos. Es maravilloso poder saber algo de griego antiguo para adentrarse en el mundo conceptual de estos grandes pensadores. La masonería y el estoicismo comparten muchos valores y muchas enseñanzas. Les confienso que no tengo ninguna duda que salir del modo animal y entrar en modo ser humano es una de las más importantes consecuencias de eliminar nuestras bajas pasiones y nuestros enojos. Esto es a lo que en el Islam se le conoce como el ayuno de sí mismo, que es el más difícil de todos. ¿Por qué no comenzar a practicar esta increíble disciplina? Se la recomiendo ampliamente.