WOKISMO
EL NUEVO TOTALITARISMO CUYO NOMBRE NO PUEDES PRONUNCIAR
Primera Parte
Por Nadia Gerts | Centre Jean Gol
¿Existe el wokismo? Una pregunta curiosa. ¿Estamos preguntando si existe el viento o el electoralismo? Por supuesto que no, ¡porque podemos ver los efectos! Lo mismo ocurre con el wokismo, que ha tenido muchos efectos en el debate público, aunque pocas personas se declaren abiertamente wokistas.
El wokismo ha dado lugar incluso a un nuevo léxico: cultura de la cancelación, descolonialismo, apropiación cultural, interseccionalidad, microagresiones, privilegio blanco, escritura inclusiva, transidentidad, etc. Detrás de este t��rmino, que algunos han criticado por ser un cajón de sastre, hay de hecho una tendencia importante, en la encrucijada de la mayor preocupación de la izquierda por las minorías y el deseo de deconstruir una visión del mundo heredada de la Ilustración. El resultado es lo que Pascal Bruckner llamó en 1983 "el sollozo del hombre blanco": una tendencia permanente a la autoflagelación que acaba amenazando la libertad de expresión, el humanismo e incluso la propia razón.
A partir de ahora, ya no se trata de pensar el mundo, sino de no ofender las sensibilidades consideradas oprimidas. Pero ¿y si el peligro del wokismo fuera en realidad mucho más allá? ¿Y si el verdadero proyecto político del wokismo fuera, bajo la apariencia de nobles objetivos (la lucha contra el racismo, por la justicia social, por la igualdad, etc.) y utilizando instrumentos muy contundentes (la teoría crítica de la raza, el racismo sistémico, la descalificación de los opositores), asestar golpes importantes a nuestro sistema liberal y humanista?
¿QUÉ ES EL WOKISMO?
A menos que haya vivido en una cueva durante los últimos años, es imposible no haber oído hablar del "wokismo". Es un término que algunos denuncian como un cajón de sastre, si es que no discuten su propia existencia, mientras que otros reivindican explícitamente el wokismo, y otros lo consideran una ideología peligrosa que socava los cimientos mismos de nuestras democracias liberales.
En estas condiciones, es difícil definir con precisión lo que es. Sin embargo, ésta es la ambición de este estudio, que, tras trazar brevemente la historia de este movimiento de contornos imprecisos, intentará identificar sus principales características, así como enumerar las principales críticas que se le pueden hacer. Y es que, aunque cada vez son menos los que se declaran explícitamente parte de este movimiento, no por ello deja de estar construido en torno a una matriz ideológica que se va infiltrando progresivamente en todos los sectores, desde la gramática hasta la biología, pasando por la ecología, la sociología, el derecho y la economía.
VOCABULARIO
Puede que el wokismo no exista a los ojos de algunos, pero ha producido todo un vocabulario de neologismos, pronombres inclusivos y conceptos que la intelligentsia interseccional maneja con destreza. He aquí algunos ejemplos, sin pretender ser exhaustivos.
ALIADOS, CONCERNIDOS: En la literatura interseccional se distingue entre los "afectados", que experimentan personalmente una situación de opresión, y los "aliados", que son conscientes de la causa, pero no están directamente afectados. La idea clave es que los aliados nunca pueden hablar en nombre de los afectados.
APROPIACIÓN CULTURAL: en un contexto de dominación, utilización de elementos de una cultura por otra, en particular cuando una cultura supuestamente dominante toma prestados elementos de una cultura minoritaria, invisibilizando o incluso explotando a esta última.
CULTURA DE LA CANCELACIÓN (cultura del borrado, de la prohibición o de la anulación): denuncia pública o llamamiento al boicot, especialmente en las redes sociales, de personas simplemente por comentarios, actos o ideas considerados moralmente reprobables, y con el objetivo de condenar al ostracismo a sus autores.
DESCOLONIALISMO: movimiento de pensamiento interseccional que sostiene que la descolonización aún no se ha completado, ya que nuestra sociedad sigue basándose en una jerarquía de "razas", clases y géneros, resultado del capitalismo concebido como una red global de poder.
FRAGILIDAD BLANCA: estado emocional intenso en el que se encontraría una persona blanca (por lo tanto, privilegiada, véase "privilegio blanco") cuando una persona "racializada" le confronta con alguno de sus comportamientos estructuralmente racistas. (1)
INTERSECCIONALIDAD: enfoque basado en el estudio de la forma en que diferentes sistemas de opresión se articulan y refuerzan mutuamente (por ejemplo, el racismo y el sexismo).
INVISIBILIZACIÓN O SILENCIACIÓN: acto de hacer algo invisible o inaudible. Por ejemplo, según esta teoría, las reglas gramaticales de concordancia en el plural masculino harían invisibles a las mujeres, o la historia tal y como se enseña haría invisibles a los negros.
MANSPLAINING: concepto que hace referencia a la propensión de los hombres a explicar a las mujeres, a veces expertas, cosas que ellas ya saben, normalmente con condescendencia.
MASCULINIDAD TÓXICA: concepto que hace referencia al comportamiento específicamente masculino que tiene consecuencias perjudiciales para las mujeres, los hombres y la sociedad en su conjunto, en particular el fomento de la violencia.
MEGENDERISMO: actitud reprobable que consiste en referirse a alguien, intencionadamente o no, con pronombres personales que no corresponden a su identidad de género.
MICROAGRESIONES: comportamientos que no son necesariamente hostiles de forma deliberada pero que, según esta teoría, son intensamente percibidos como agresiones por una minoría.
PERSONA RACIALIZADA: condición de una persona a la que, según esta ideología, se le asigna una "raza". En la práctica, cualquier persona "no blanca" es una persona racializada.
PRIVILEGIO BLANCO: ventajas invisibles pero sistemáticas de las que disfrutan las personas denominadas "blancas" por el mero hecho de ser "blancas". (2)
RACISMO ESTRUCTURAL: idea de que el racismo está omnipresente en la sociedad o en las estructuras del Estado y se manifiesta a través de sus efectos, sin que exista necesariamente una adhesión consciente a los estereotipos racistas.
ESPACIO SEGURO: espacio protegido en el que las personas pertenecientes a minorías y/o que se sienten marginadas consideran importante poder reunirse con total seguridad para intercambiar sus experiencias, al abrigo de posibles (micro)agresiones.
WOKE: actitud/movimiento formado por quienes se consideran especialmente conscientes de la discriminación a la que están sometidas sistemática y estructuralmente las minorías en la sociedad occidental actual.
Nota: no hay que confundir la cultura de la cancelación con la invisibilización, que se refiere al proceso de impedir que las minorías expresen sus vidas, sus realidades y sus experiencias. En lenguaje woke, la cultura de la cancelación se refiere al proceso de eliminar de la escena pública ideas o declaraciones consideradas intolerables por quienes supuestamente ostentan el poder.
HISTORIA
El término procede de "woke", un derivado argot de "despierto". En otras palabras, desde el principio fue la forma en que se definían a sí mismos quienes se consideraban especialmente alerta ante la discriminación y otras injusticias sociales.
En 1860 nació un movimiento antiesclavista en las ciudades del norte de Estados Unidos. Conocido como "Wide Awake", este movimiento mostraba su apoyo a Abraham Lincoln cantando "¡Despierta!", armados con instrumentos musicales, ante las ventanas de los políticos.
En 1896, tras la Guerra Civil estadounidense, el antiguo esclavo convertido en profesor Booker T. Washington publicó un texto, The Awakening of the Negro (El despertar del negro), en el que hacía un llamamiento al despertar político de las conciencias negras. Esta incitación al despertar político fue retomada más tarde por el bluesman Leadbelly (1930), y en los años 40 el término "woke" apareció en las letras de los jazzmen de Harlem.
Más tarde, en 1962, fue el escritor afroamericano William Melvin Kelley quien invitó a los negros estadounidenses a abrir los ojos a su situación en un artículo de opinión, "If You're Woke You Dig It " (3) publicado en el New York Times. En sus palabras, "woke" significa "conectado a la cultura negra". En él denunciaba lo que hoy se llamaría apropiación cultural.
El término se extendió después, siempre en Estados Unidos, a los movimientos militantes negros que denunciaban el racismo y la violencia policial. En 1965, Martin Luther King instó a los jóvenes en un discurso en la Universidad de Oberlin (Ohio) (4) a "permanecer despiertos".
Y en 2008, en una canción de Erykah Badu, el estribillo repetía "What if there was no niggas / Only master teachers? / I stay woke". ("¿Y si no hubiera negros, sólo profesores? Me quedaría despierto").
El término revivió posteriormente, también en Europa, en 2014, cuando la muerte a manos de la policía de un joven afroamericano, Michael Brown, dio origen al movimiento Black Lives Matter. En 2016, un documental titulado "Stay Woke: The Black Lives Matter Movement" popularizó el término, y el hashtag #StayWoke se extendió por todo el mundo, convirtiéndose en un grito de guerra para quienes denuncian el "racismo sistémico", así como otras formas de injusticia que sufren las minorías sexuales, étnicas o religiosas.
El wokismo tiene sus raíces en la discriminación racial. Pero se trata más ampliamente de "tomar conciencia de las relaciones de dominación y, en cierto modo, de las injusticias sociales, en particular de las injusticias sociales que son sistémicas, es decir, inducidas por el sistema social y político vigente". (5)
Así, durante la Marcha de las Mujeres -una manifestación feminista que tuvo lugar en varias ciudades estadounidenses para protestar contra la elección de Donald Trump en 2017-, la palabra apareció con frecuencia en las pancartas de los manifestantes que defendían la interseccionalidad (6) de las luchas.
Si bien la protección y defensa de las minorías es, por tanto, el núcleo del movimiento woke, las personas que ahora se declaran woke se adhieren a causas muy diversas, como la lucha contra el racismo y la violencia policial (Black Lives Matter), la lucha contra el calentamiento global (marchas por el clima) o la lucha por la igualdad de género (#Meetoo) (7).
Pues, como resume la politóloga Réjane Sénac, autora de una encuesta sobre el terreno que dio lugar a un ensayo (8) , "el diagnóstico común es el de la denuncia de un sistema capitalista a la vez sexista, racista y ecocida, y que es necesario reconocer como tal para actuar eficazmente." (9)
Como resume Pap Ndiaye, profesor de Sciences Po y especialista en historia social de Estados Unidos, ministro de Educación en el gobierno de Elisabeth Borne desde mayo de 2022 y poco sospechoso de ser especialmente crítico con este movimiento: "Se trata de cambiar nuestra forma de vida, de desplazarnos, de cohabitar en la Tierra con sus habitantes no humanos. Se cuestionan profundamente las asignaciones de género y las identidades sexuales". (10)
EN EL ORIGEN: LA DECONSTRUCCIÓN
La filosofía occidental es en gran medida heredera de Platón, que dividía el mundo en dos polos, uno de los cuales era valorado: sensible/inteligible, cuerpo/alma, pasión/razón, opinión/verdad, etcétera.
En un libro (11) publicado en 2020, Stéphanie Roza esboza la génesis de lo que considera una ofensiva teórica contra el corazón mismo del legado de la Ilustración. Sitúa el punto de partida de este movimiento en 1944, cuando Theodor Adorno y Max Horkheimer publicaron su "Dialéctica de la razón " (12) . Característicamente, el libro culpa a la razón de los desastres contemporáneos: lejos de ser emancipadora, se la acusa de "totalitaria".
Luego vinieron Heidegger, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze y Roland Barthes, todos parte de la misma "deconstrucción" de la razón, el universalismo y el progreso, puestos en la picota por sus pretensiones hegemónicas. Aunque su obra no pueda resumirse de este modo, ya que cada uno de estos filósofos desarrolló un pensamiento complejo y produjo obras capitales de la filosofía contemporánea, lo cierto es que es entre ellos donde encontramos los inicios del movimiento deconstruccionista que desembocaría, varias décadas más tarde, en el wokismo.
A contracorriente de la tradición filosófica occidental, la estrategia de la deconstrucción consistirá, como explica Baptiste Rappin,
"en invertir esta polaridad: privilegiar lo sensible sobre lo inteligible, dar primacía al simulacro sobre la Idea, hacer del cuerpo, y ya no del alma, el punto de partida del pensamiento. Y por extensión, en la medida en que el hombre blanco representa el arquetipo del Logos griego: emancipar a la mujer del hombre, liberar a los pueblos de color de la tiranía blanca, liberar a las demás civilizaciones del yugo del ogro occidental. Por supuesto, no hay límites para este tipo de razonamiento, que genera en consecuencia una proliferación de luchas protagonizadas por minorías; y se apela a la creatividad, en la medida en que estas luchas pueden, en determinadas ocasiones, ser acumulativas: es lo que se conoce como "interseccionalidad"". (13)
Puesto que todo está "socialmente construido", es importante deconstruirlo todo, y si bien el objetivo inicial era alejarse de lo evidente, esta deconstrucción se ha desviado progresivamente hacia la negación de toda objetividad y de todo conocimiento. Esto lleva a Pierre-André Taguieff a afirmar que "la pedantería deconstruccionista ha dado nacimiento al monstruo que es el 'wokismo'" (14) :
"Supuesta encarnación de la voluntad de poder y de dominación, matriz designada de la explotación capitalista y del imperialismo colonial, el mundo occidental es tratado por los deconstructores como el enemigo absoluto. La deconstrucción es el arma intelectual que se supone que revela la insoportable cara oculta de Occidente, a saber, su racismo y su sexismo, que se consideran legados culturales que hay que denunciar hasta abolirlos". (15)
Ya se trate de una filiación o de una traición entre Derrida y los wokistas actuales, lo cierto es que el movimiento woke se basa en una voluntad de deconstruir radicalmente lo que ha sido el fundamento común de nuestras democracias liberales desde la Ilustración. Combinada con lo que Nathalie Heinich llama "un comunitarismo universitario", esta tendencia ha dado lugar a lo que ahora se conoce como estudios:
"estas nuevas divisiones universitarias centradas no en las disciplinas de las humanidades y las ciencias sociales (historia, sociología, antropología, etc.), sino en los objetos de estudio de las humanidades y las ciencias sociales. Los homosexuales, obesos, discapacitados, etc.” (16)
En la Bélgica francófona, por ejemplo, existe desde 2017 un máster especializado en estudios de género, que "ofrece una formación multi e interdisciplinar en el ámbito de los estudios de género, basada en una perspectiva interseccional".
La formación se centra en la comprensión de los procesos que determinan cómo se integran y construyen las relaciones de género y sexo en los distintos niveles de la sociedad y afectan a las prácticas y relaciones sociales, políticas y culturales. (17)
Este curso está coorganizado por las seis universidades de la FWB, e incluye títulos de cursos como: "Enfoque crítico de los derechos humanos y de la mujer", "Migración y género", "Género y sexualidad en una situación (post)colonial", "Racismo y antirracismo" (18), "Enfoque jurídico de la discriminación" (19), "Género y ciudad" y "Seminario de literatura neerlandesa (post)colonial".
La propia presentación de este máster adopta desde el principio un punto de vista muy sesgado:
"La sociología también fue objeto de críticas y burlas antes de consolidarse plenamente en el mundo académico. Al igual que la sociología, el género fue criticado por ser militante y, por tanto, alejado de la objetividad supuestamente necesaria para la construcción científica. Fue sin duda el único campo de investigación del que algunos se enorgullecían de no saber nada y de proclamarlo a los cuatro vientos. En este sentido, el Reino Unido ha sido muy conservador. Sus tensiones comunitarias y filosóficas ciertamente no ayudaron. Ha hecho falta paciencia, temeridad y fuerza de voluntad por parte de estos pioneros que, durante más de treinta años, han sostenido incansablemente un proyecto de enseñanza universitaria que ha permitido pensar y transmitir la riqueza de los estudios de género. Pero más allá de su militancia sulfurosa, el género choca desde hace tiempo con la universalidad exclusivamente masculina que sigue dominando la ciencia. El género es la clave para cuestionar las categorías fundadoras del saber y del pensamiento e introducir finalmente todas las categorías en el Alma Mater. En cierto modo, está contribuyendo a universalizar la universidad " (20).
En 2022-2023, la ULB también organiza un seminario sobre "Enfoques críticos de la raza", que incluirá ponencias como "Blanc, flamand, Bruxelles. Une exploration de la blanchité dans le contexte bruxellois" o "Esquisse d'une économie décoloniale bruxelloise : Les politiques de l'espace public de la rue au parlement " (21) .
(1) https://liguedesdroits.ca/lexique/fragilite-blanche/
(2) https://liguedesdroits.ca/lexique/privilege-blanc/
(3) "Si estás despierto, entenderás esto".
(4) "Permanecer despierto a través de una gran revolución"
(6) Concepto originado por Kimberley Williams Crenshaw en la década de 1990 y basado en la idea de que ciertas personas, en este caso las mujeres negras, sufren una discriminación simultánea y reforzada.
(8) Radicales et fluides - Les mobilisations contemporaines, Presses de Sciences Po, 2021
(9) https://www.ladn.eu/nouveaux-usages/woke-rejane-senac-critique-wokisme/
( 11 ) Stéphanie Roza, La Gauche contre les Lumières, Fayard, 2020
( 12 ) En alemán Dialektik der Aufklärung
(14) https://www.philomag.com/articles/la-deconstruction-sur-le-banc-des-accuses
(15) https://www.philomag.com/articles/la-deconstruction-sur-le-banc-des-accuses
(16) Nathalie Heinich, Ce que le militantisme fait à la recherche, Tracts Gallimard n°29, 2021, pp. 6-7
(17) https://uclouvain.be/prog-2022-genr2mc
(18) Coordinado por Abdellali Hajjat, que, junto con el sociólogo francés Marwan Mohammed, es autor de un libro titulado "Islamophobie. Comment les élites françaises fabriquent le "problème musulman", y es también portavoz del proyecto HERICOL (héritages coloniaux en Belgique).
(19) Por Isabelle Rorive y Emmanuelle Bribosia, conocidas por sus trabajos en favor de políticas "integradoras".
(20) https://www.mastergenre.be/presentation/
(21) https://germe.centresphisoc.ulb.be/fr/evenement/approches-critiques-de-la-race-2022-2023